Turquía, gran aliado de la NATO y de los USA, no es un país europeo ni por geografía (salvo un rinconcito), ni por cultura ni, mucho menos, por religión. Y a pesar que desde Kamal Ataturk es, oficialmente, un país laico y de los pocos demócratas del mundo musulmán, está derivando cada día mas hacía un cierto islamismo y mujeres con velos, a pesar de unas élites occidentalizadas.
Por todo lo anterior, ni la alemana Merkel ni el francés Sarkozy, que son los que mandan, quieren saber nada de una integración de Turquía en la Unión Europea. Un tratado preferencial económico y aduanero, como el de España al final del franquismo y que fue negociado por el ministro Alberto Ullastres, si. Pero integración política y libre circulación de personas, no.
Así es y así ha de ser. Pero sale el "corto" del Zapatero y su parida de "alianza de civilizaciones", que es una camama que se ha sacado de la manga para contar algo en el panorama internacional y parecer que tiene ideas. Pero que no atrae a nadie, salvo al turco que nos visita, al que Zapatero ha prometido que lo hará entrar en la UE.
¡Ay, ay, ay! las promesas del Zapatero..."Pascual, apoyaré el Estatut...", "El AVE llegará el día...", "Traspasaré la red de cercanías...".
Pero el turco acabará discutiendo la "Unión Mediterránea" que promueve el Sarkozy y apadrinará la UE para todos los paises ribereños y las ideas "buenistas" de talante "progre" del Zapatero no pasarán del Manzanares. Afortunadamente.
La política, la gran política internacional, la geopolítica y la geoestrategia, hay que dejarla para los hombres.
Zapatero a tus zapatos.
Coronel Von Rohaut
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