martes, julio 21, 2009

Secuelas del acuerdo de financiación recién acordado

Lo ha explicado, y yo lo entendido, Xavier Sala i Martín en el curso de una charla.

Ha repetido que los beneficios anunciados para Catalunya, incluidos los que pregonan alegremente y auto-satisfechos los politiquillos nuestros son, sencillamente, mentira ya que en ninguna de las 63 páginas del acuerdo firmado aparece, ni comprometida ni tan solo citada, ninguna cifra.

Sí que se establece lo que el gobierno central aportará, al fondo común, este año y el próximo. Pero ni mención de lo que aportará en 2011 y 2012. Y puesto que la gran cifra es la que anuncian para el 2012, podemos preguntarnos en base a qué hacemos tal acto de fe; en el 2012 este gobierno puede ya no estar al frente del país y el nuevo gobierno alegar, con toda la razón, que no saben nada. O, incluso, si permanece el actual, conociéndolos, pueden decir que no se acuerdan bien y quedarse tan anchos, al no existir ninguna garantía firmada.

Pero esto no es lo peor. Porqué lo acordado no es "la financiación para Catalunya", como se viene diciendo en lenguaje periodístico, si no "la financiación para la Generalitat de Catalunya", que no es lo mismo.

Lo acordado ahora, a pesar de todas las dudas y posibles falsedades, sin duda que será superior a lo negociado en legislaturas anteriores, y sin duda que será más dinero para la Generalitat: para que el gobierno catalán pueda pagar a sus funcionarios (menos que los andaluces y extremeños) y sufragar las competencias propias y las transferidas.

Pero esto no es toda la financiación de Catalunya ya que el estado central sigue conservando muchas competencias: tal cómo carreteras, autovías (de las que hasta ahora nos ha hecho muy pocas) y autopistas (no nos ha hecho ninguna y nos las hemos tenido que pagar nosotros) nacionales y que tienen su destino o su origen fuera de nuestra comunidad o sea, todas las grandes. Así como aeropuertos, parte (pequeña) de las líneas del "metro", ferrocarriles de largo y de medio recorrido (y AVE's, etc.); ferrocarriles de cercanías que ahora nos van a transferir pero sin haber fijado ninguna cantidad ni para su mantenimiento ni, mucho menos, para modernizarlos, que están en la pura ruina... etc. Así como las pequeñas subvenciones que, por ejemplo, el Ministerio de Cultura (que en Madrid lo paga todo) les hace a algunos organismos nuestros y que puede retirar cuando quiera ya que son una concesión graciosa.

Y toda esta inversión nacional, en Catalunya, ni está garantizada ni está fijada ya que, cada Ministerio, la fija en el presupuesto de cada año, y ni siquiera por los mismos políticos si no, generalmente, por los altos funcionarios de los ministerios, más centralistas que Dios.

Y si ya hasta ahora ningún año han ejecutado ni siquiera las que, con esfuerzo, les hemos arrancado en los presupuestos y que luego no se gastan más que un bajo porcentaje, no quiero ni pensar lo que ocurrirá ahora.

¡ Bueno, sí, que lo que nos prometen por un lado nos lo quitarán por el otro !

Porqué, según afirma Sala i Martín y si no os lo creéis no tenéis más que hacer números, desde hace décadas, desde los primero y segundo gobiernos de Felipe González, los dos gobiernos de Aznar y ahora el de Zapatero, con una u otra triquiñuela, con uno u otro engaño, el déficit fiscal catalán frente a España o sea, el resultado del balance fiscal anual negativo para nosotros, el robo o espolio de nuestros recursos, se mueve siempre alrededor del 10% de nuestro PIB.

Dice Sala i Martín que esta cifra es casi una verdad absoluta como pueda serlo la velocidad de la luz y que esto no se va a mover. En Alemania y según fija su Constitución Federal, la aportación de los "laender" ricos para la solidaridad con los menos favorecidos, no puede superar el 4% de su PIB. A los catalanes nos saquean un 6% más de nuestra riqueza, trabajosamente ganada con el sudor de nuestra frente, y encima nos insultan y humillan.

¡ Iros ya a tomar por el culo, putos gobernantes castellanos de la "Cueva de Alí Babá... !

Coronel Von Rohaut

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