jueves, diciembre 31, 2009

Del Atlántico a los Urales... o mis deseos para el nuevo año 2010

Creo que fue en el año de 1966 que el gran político y estadista que fue el Général Charles De Gaulle, brindó por una "Europa del Atlántico a los Urales".

Si bien él lo hacía para reafirmar la coalición franco-alemana frente a los embates del dominante imperialismo anglo-sajón y para darle entrada a una futura Rusia ya expurgada del decadente comunismo de la Unión Soviética que, efectivamente, acabó por caer podrida desde dentro.

Ahora más que nunca, con unos Estados Unidos de Norteamérica totalmente volcados a la emergente cuenca del Pacifico y deseosos de entablar un diálogo de tú a tú y, quizás, excluyente frente a los demás, con la muy pronto segunda potencia mundial, China, es el momento que Europa y Rusia estrechen sus lazos.

La Rusia de Putín sigue orgullosamente empeñada en recuperar su enfrentamiento de "super potencia" con los USA, a lo que debería renunciar y centrarse en competir solo economicamente y mejorando los niveles y calidad de vida de sus ciudadanos, para lo cual una cooperación más estrecha con la rica y civilizada Europa y sin ínfulas de dominio, la ayudaría mucho.

Con sus inmensas reservas energéticas, de petróleo y sobre todo gas natural, así como demás materias primas y mineras, ya se ha convertido en un importante socio para la Unión Europea y varios gasoductos ya están siendo explotados o construidos con colaboración alemana y otros países europeos, que son un mercado rico y estable, siempre que Putín no caiga en la tentación totalitaria de utilizar dichas ventajas económicas como armas políticas de presión o chantaje.

Y la colaboración con Rusia le daría a Europa una gran profundidad de la que ahora carece, además de un mercado complementario. Ya no sería una Europa hasta los Urales si no que se trataría de un Mercado Común desde el Atlántico hasta Vladivostok, en el Océano Pacífico.

Que podría tratar, de igual a igual, con los USA y la nueva China. No para enfrentarse militarmente, si no para formar otro gran bloque económico que contrabalancee el poder establecido de unos y el emergente de otros.

Algunas acciones ya apuntan hacía este entendimiento euro-ruso. Para algunas acciones exteriores de la Unión Europea, en África por ejemplo, ya se han utilizado helicópteros de transporte pesados, de fabricación ruso-soviética (debidamente modernizados) de los que Europa carece. En muchas operaciones de proyección lejana, varios países europeos han tenido que alquilar aviones de transporte pesado rusos o ucranianos para no depender exclusivamente de los americanos. Mientras Rusia, cuya capacidad tecnológica ha caído en los últimos años (excepto en cohetería y poder nuclear, que solo sirve para amenazar...) ya ha adelantado su interés en la compra de buques de proyección y mando (porta helicópteros de asalto anfibio) de diseño francés, de la clase "Mistral".

Y podría seguirse por este camino, suministrándose, los unos a los otros, aquello que cada uno tiene de mejor ya que, sin necesidad de amenazar a nadie ni de enfrentarse a los USA, nada refuerza más las amistades y los intereses de las naciones que la colaboración militar.

Ignoro si existe alguna bebida, "cocktail" o combinado, a base de "champagne" y "bodka". Pero seguro que el cuerpo de la una reforzaría el "bouquet" y "esprit" de la otra, y viceversa (*).

Coronel Von Rohaut

(*) ¡ Qué coño; y que las rusas están muy buenas !

2 comentarios:

interbar dijo...

Recuerdo que mi padre pensaba lo mismo, una Rusia expurgada del comunismo para sustituir a los USA. Sin embargo Rusia, que estuvo hundida en una depresión completa a la caída del comunismo, ha empezado a levantar cabeza económica y política y se ha convertido en una autocracia de apariencia democrática pero retomando los viejos intereses de la Rusia imperial. ¿Coincide su cultura, sus intereses y formas de actuación con Europa occidental?

Coronel Von Rohaut dijo...

Si los intereses son coincidentes, a Rusia se la puede reconducir....
Creo que fue Lord Palmerston quien dijo que los paises no tienen ni amigos ni ememigos perpetuos, solo intereses constantes.