martes, marzo 23, 2010

El impuesto de circulación y el lenguaje correcto

¿Quieres lenguaje "políticamente correcto", nada escatológico ni grosero? Pues mira lo que escribo en este momento en que acabo de recibir la notificación del Ayuntamiento de Barcelona del Impuesto de Circulación para este año 2010.

Después de la nueva política municipal de reducir y limitar los carriles de circulación de las vías públicas con el objetivo declarado de reducir el tráfico de turismos y coches particulares, mediante la técnica de dificultarlo al máximo (ellos dicen "pacificar el tráfico", eufemistas de mierda); cuando ya han quitado uno o dos carriles de la calle Balmes y de la Ronda General Mitre así como, modificación ya realizada o prevista, en muchas otras vías principales, incluida la Diagonal (*). Incluso en mi callejuela han suprimido uno de los dos carriles existentes y quitado todas las plazas de parking, sean azules o verdes, y ahora me cargan, "por circular" donde "no me dejan sitio para circular", 180 Euros, que son la friolera de 29.820 de las antiguas pesetas, al año (**).

Pues mire usted, Sr. Hereu y señores concejales de viabilidad o como coño se llame su maldito cargo: ya me estoy acordando de toda su familia, su santa madre que posiblemente sea una gran señora y de todos sus muertos. Me sabe mal, pero ustedes me obligan a acordarme de su familia y a maldecirles (***).

Coronel Von Rohaut

(*) ¿Alguien que no sea un dogmático fanático y anti progreso, puede imaginar un Paseo de la Castellana, unos Champs Elysées o una 5ª Avenida, sin trafico o sin coches particulares?
(**) Y esto que lo tengo clasificado como "Furgoneta" de 16,9 caballos fiscales. ¿Qué paga un Mercedes? Bueno, ni lo sé ni me importa. Lo que si es seguro es que en Madrid o en Sevilla pagaría mucho menos, malditos roedores...
(***) Luego, el señor Hereu o su jefe, el señor Montilla, se irán (con gastos pagados) a Alemania o al Japón, a arrodillarse ante los dueños de la Volkswagen/Seat o la Nissan, para que no cierren sus factorías barcelonesas. Y les podrían preguntar. "¿Si seguimos fabricando coches, quien los comprará si ustedes no les dejan circular, bastardos?".

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