miércoles, septiembre 01, 2010

¡ Anda ya !

En la contraportada de La Vanguardia, casi siempre tan aficionada a crónicas "buenistas" y de engañabobos, sale una empresaria proclamando que: "Una empresa es una historia de amor con el mundo".

¡ Y una mierda !

Claro que hay empresas que tratan bien a sus obreros y colaboradores; especialmente las más "patriarcales" de antes donde un Henry Ford, a pesar de ser admirador de Hitler y el "nazismo" y no dejar entrar a los sindicatos en su empresa (mientras pudo y bien que hizo), pagaba a sus obreros mejor que nadie en el mundo, que por ello estos no precisaban sindicatos, lo que no era el caso de todos, ni mucho menos.

Pero las empresas no son, ni han de ser, historias de amor, si no negocios para hacer dinero:
  • Para ganarse la vida los empresarios humildes (*).
  • Para crear un gran patrimonio los empresarios ambiciosos y capaces.
  • Para forrarse los más sinvergüenzas y golfos.

Pero como dijo alguien que no recuerdo ahora mismo, al inicio de toda gran fortuna siempre hay algún delito.

Coronel Von Rohaut

(*) Como decía un amigo mío (al que no supe hacerle caso), nunca nadie se ha hecho rico trabajando por cuenta ajena.

No hay comentarios: