lunes, septiembre 26, 2011

¿Qué está pasando?


Hoy se han anunciado las próximas elecciones legislativas que darán un nuevo gobierno de España, casi seguro del PP que, como mínimo, será tan malo como el acabado del PSOE y que, si obtiene la mayoría absoluta, que Dios nos coja confesados.

Me encantaría decir que la noticia, así como todo lo que pase en el vecino país español, me importa tres pares de cojones o, como máximo, lo mismo que me importan los sucesos sociopolíticos y económicos que suceden en el también vecino y peninsular Portugal. Pero, por desgracia y de la grande, siendo como es el país que a los catalanes nos tiene bajo humillante ocupación, colonización y saqueo, expolio perpetuo de nuestros recursos mediante el robo impune y descarado de parte de nuestros impuestos (hsta el 10% de nuestro PIB), pues algo me afectará, pero procuraré que lo mínimo posible y, si hace falta, emborrachándome ni que sea con "Aromas de Montserrat".

Entonces y, para alegrarme de algo, celebro que ayer fuera, por lo menos de momento y espero que para siempre por la Gracia Divina y la intercesión de la Santísima Trinidad (*), el día en que en Catalunya murió el último toro de lidia, torturado en publico para goce y deleite morboso y criminal de unos descerebrados. Que dicen que este espectáculo cruel y propio de pueblos atrasados y salvajes es cultura. Sí, la misma cultura de los romanos que iban al circo a ver descuartizar cristianos. Solo que casi han pasado dos mil años...

Claro que qué puede esperarse de un pueblo, el mismo que a los catalanes nos roba veintidos mil millones anuales de euros y que luego administran y se reparten desde la Cueva de Alí Babá (**), que también disfruta alanceando por el campo a otro pobre toro que no puede escapar y que muere después de grandes sufrimientos, o les pega fuego en los cuernos lo que les vuelve locos y espero que, en Catalunya también y pronto, se prohiba totalmente y olvidándose de torticeros intereses electorales, o que, como hasta hace poco, lanzaban una cabra desde lo alto de un campanario, arrancan la cabeza a pobres patos colgados de una cuerda y todavía, a escondidas o no, se celebran peleas de gallos y luchas a muerte de perros...

Y me encantan aquellos bobos o malvados (que de todo hay) que aducen la libertad para oponerse a estas prohibiciones tanto de torturar animales como de fumar en lugares públicos donde el vicio de unos molesta y pone en peligro la salud de los demás. Y a todos estos energúmenos que chillan aquello tan sesentayochesco de "Prohibido prohibir" yo les diría que vale; que prohibido prohibir, pero todo. Que no se prohiba robar, matar y violar y que, por lo tanto, los que salen a la calle diciendo que nada debe prohibirse, que me manden a sus hijas para que las pueda violar, ya que nada estará prohibido

¿A que ya no les gustará tanto y exigirán que el Estado ha de poder regular lo que pueda perjudicar al "otro"? Y a este "otro" yo añado, además del "a ellos" que es en lo único que piensan, todo lo que perjudique, inútilmente, a todo ser vivo.

Coronel Von Rohaut

(*) Que la "divinidad" de una sociedad culta y madura como la Occidental, pueda ser "Una y Trina", cosa que ni Dios entiende ni ningún teólogo ha conseguido hacerme entender a mi (que soy cortito), siempre me ha llenado de pasmo.
(**) O sea, "Madrid" como concepto.

No hay comentarios: