sábado, noviembre 12, 2011

Dieta para bobos


Claro que la dieta mediterránea es cardiosaludable. Lo que no son saludables son algunos gilipollas que en busca de lo políticamente correcto, se la cogen con papel de fumar y caen en lo intrínsecamente estúpido y estropean cuanto tocan.

Una organización llamada "Fundación Dieta Mediterránea" da a conocer un manifiesto en favor de dicha dieta (extraño sería que, llamándose así, defendieran la dieta macrobiótica o la del "Kentucky Fried Chicken"), pero de la misma eliminan el vino. Cuando el vino, con moderación, es una de las patas básicas de nuestra magnífica alimentación, junto con el aceite de oliva, el pan de trigo, el pescado y las frutas y verduras (*).

Y su presidente un, al parecer, médico nutricionista pero del que no me aclaran si debidamente cuerdo, aduce que han eliminado el vino para ser más internacionales y debido a que "en algunos países está prohibido el alcohol". ¡Y viva la multiculturalidad mal entendida...!

¡Válgame Dios! O es que porqué unos salvajes impresentables practican una religión absurda y retrógrada, medieval, discriminatoria con las mujeres y con el buen comer (odian el jamón ibérico, el chorizo y la butifarra amb all i oli...) y con los derechos humanos, castradora y servil, nosotros hemos de modificar nuestras costumbres y renegar de la herencia de nuestra cultura, infinitamente superior a la suya...

¿Y, puestos a hacer, por qué no nos bajamos directamente los pantalones y no la llamamos, claramente, "dieta musulmana" o de la ribera meridional de nuestro mar?

Como decía una famosa aria de la zarzuela española "Marina": "A beber, a beber y apurar, las copas del licor, que el vino hará olvidar, las penas del amor..."

O mejor aún la ópera de Giuseppe Verdi, "La Traviata", basada en la obra de Alejandro Dumas hijo, "La dama de las camelias", donde el coro acompaña el dúo de Alfredo y Violeta en uno de los brindis más famosos: "Libiamo, libiamo ne'lieti calici che la belleza infiora..."

¡Salud!

Coronel Von Rohaut

(*) Ojo que yo hace tiempo ya advertí que en el interior de nuestro maravilloso y mediterráneo país catalán, no hace tanto tiempo el pescado fresco era imposible de hallar y nuestros "pagesos", los buenos labradores catalanes de mi pueblo, del mar solo conocían el bacalao y los arenques salados. Mientras que comían mucho del ahora denostado cerdo: embutidos, tocino y los maravillosos "confitados" o salchichas y chuletas de cerdo ligeramente asadas con grasa de cerdo y luego conservadas en su propia grasa dentro de tarros de cristal o de barro cocido o cerámica. Y a mi que no me quiten un buen "chuletón de Tolosa" o un "churrasco" argentino (que es un trozo de carne de res y no el "asado de tira", o varilla de la chuleta, como decimos, mal, aquí pero que también es buenísimo). O una maravillosa "côte de boeuf à la moëlle" y que Dios y mi cardiólogo me perdonen.

2 comentarios:

interbar dijo...

Ojo, mi coronel, que esta gente va en serio. Acabarán controlando lo que comemos, bebemos,follamos... ya verá usted.

Coronel Von Rohaut dijo...

Yo, por desgracia, lo de follar ya lo tengo bastante controlado y a mi edad no creo que a ningún moro le apetezca darme pol culo.
Pero cuanto más lejos, mejor, putos moros de mierda...