martes, diciembre 13, 2011

Escocia y Catalunya

Podrían ser unas políticas convergentes pero, para desgracia de los catalanes, no partimos de una misma plataforma ya que, con todos sus defectos, no es lo mismo la democracia británica que la mierda castellana.

Durante las discusiones en el Parlamento británico a raíz del veto de Cameron a los nuevos tratados europeos, un portavoz del conservador gobierno del Reino Unido le pidió al presidente del gobierno autonómico de Escocia y presidente del independentista Partido Nacional Escocés, Alex Salmond, cual sería su moneda de referencia y qué política fiscal aplicarán si Escocia se convierte en un país independiente.

Ni por un momento puedo imaginarme a ningún dirigente del PP (ni del PSOE, por cierto) dando por sentado públicamente que Catalunya pueda independizarse de España ni preguntándose por las políticas que emprenderíamos como país soberano, asumiendo implícitamente que lo podríamos ser.

¡Virgen Santísima del Amor Divino! ¿Por qué santos cojones hemos tenido que sufrir durante tantos años unos putos vecinos como los que tenemos?

No nos los merecemos. Ah, y por cierto, ante la campaña, seguramente razonable, contra el señor Urdangarín y sus turbios negocios amparándose bajo el manto de la monarquía española ¿a mí quien leches me puede demostrar que este buen yerno no se ha limitado a imitar el ejemplo de su señor suegro?

Porqué se dice (y seguramente solo es una falacia, una leyenda urbana o una mentira malintencionada) que el Rey y su padre regresaron a España sin ni un puto duro, que el Conde de Barcelona y para mantenerse en su casita de Estoril se tenía que ir vendiendo las joyas del patrimonio familiar. Mientras que ahora otras voces, posiblemente igualmente de malintencionadas, afirman que el patrimonio actual del Rey es la rehostia en barca, gracias a los "negocietes" que le montaban sus amigos íntimos como, por ej., el manco y no precisamente de Lepanto, del Manuel de Prado y Colón de Carvajal y otros válidos. Y gracias a las cuantiosas comisiones recibidas de las monarquías del Golfo por sus ayudas en la consecución de jugosas operaciones económicas en las que el apoyo real suele ser rentable...

Y si de la monarquía nos vamos al otro extremo, nos encontramos que en los últimos días de su mandato el "trilero" socialista del ZP deja de pagarnos 759 millones de euros que nos debe (entre muchos otros miles más) a los catalanes, firmados y sellados, diciendo que no se siente obligado, cagüendiez. Mientras su ministro, el analfabeto y sospechoso de "corruto", Pepinho Blanco, le adjudica al caro y lujoso arquitecto inglés Sir Norman Foster, la estación del AVE gallego en Orense (*).

¿Que habremos hecho de malo, en otra vida, los catalanes, para tener que aguantar eternamente que los españoles nos jodan? Como Prometeo, que les robó el fuego a los Dioses para regalárselo a los hombres (**) y los Dioses le condenaron a que los buitres le comieran eternamente el hígado.

Coronel Von Rohaut

(*) Que, como todo el mundo sabe, es uno de los polos industriales y financieros del mundo mundial, una de sus cimas económicas y, por lo tanto, precisaba de unas infraestructuras adecuadas y que realcen su estatus.
(**) Los catalanes les regalamos a los españoles nuestros impuestos, el fuego sagrado de la vida, y ellos nos pagan royéndonos las entrañas y meándose en nuestra boca.

1 comentario:

interbar dijo...

No puedo menos que celebrar el cambio de actitud, mi coronel, de los ingleses con respecto a Escocia desde la época de los estuardo, cuanto se ha civilizado Inglaterra. ¡Si William Wallace levantara la cabeza!.