miércoles, febrero 22, 2012

Historias del vertedero

En la base de Bagram, la mayor de Afghanistan para las fuerzas aliadas de la ISAF, unos soldados americanos estaban haciendo limpieza, quizás con vistas a su próxima evacuación de aquel país-hormiguero.

Y los trastos y deshechos recogidos los iban metiendo en un contenedor y de ahí a la incineradora. Y entre tales desperdicios, al parecer, se encontraban unos cuantos ejemplares del Corán ("al-Qur'an"), que vete tu a saber qué leches hacían en un cuartel americano.

Pero al echarlos al fuego, unos trabajadores indígenas que por allí revoloteaban, se dieron cuenta de lo que era y sacaron los que pudieron del fuego y, rasgándose las vestiduras y gritando "muerte a los infieles", salieron a la calle explicando el "ultraje a su religión" que estaban perpetrando aquellos pobres e ignorantes hijos de Texas o de Idaho.

Yo soy, faltaría más, totalmente contrario a la quema de libros, como "auto de fé" o como "declaración de principios", como hacían los "nazis" con las hogueras de libros de escritores judíos (algunos grandes filósofos y sabios) que perpetraban en los años 30 del pasado siglo en las calles de Alemania y que no eran más que actos de barbarie, xenofobia y antisemitismo.

Pero otra cosa es la quema de basuras por pura higiene...

Coronel Von Rohaut

2 comentarios:

interbar dijo...

Parece que eran libros decomisados por haber sido utilizados como medio de transmisión de mensajes a los insurgentes.

Coronel Von Rohaut dijo...

Pues mejor. Bien quemados están...