miércoles, marzo 21, 2012

Unos angelitos de Dios, eso es lo que deben ser...

Ayer, sin ir más lejos, un amigo mío me pegó una bronca por utilizar tantos insultos malsonantes en este mi "blog" y me recriminó que parte de la razón que pueda tener en mis argumentos la pierdo, según, él, por mi intemperancia y malos modos.

Muy bien, chato. En su día y para disimular, se construyeron varias autopistas de peaje (como todas las catalanas) alrededor de Madrid. Pero como que alrededor de Madrid ya se habían cuidado, previamente, de  tejer una maravillosa y completa red de autovías gratuitas (ni una en Barcelona todo y que los dineros son mayormente nuestros), resultó que dichas vías de pago no las coge ni Dios ni su Madre Santísima.

Y ahora están en quiebra. Y para salvarlas, el gobierno central español piensa rescatarlas y, para financiarlas, ha decidido alargar el peaje de las catalanas.

Tócate los cojones Mariano. ¿Y tu pretendes que yo no les insulte? ¡Pero si son unos cabronazos del copón y unos hijos de la puta leche que les dieron de mamar!

¡Ay, Dios, y yo lo que me tengo que oir...!

Coronel Von Rohaut

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