domingo, abril 22, 2012

El estado de salud de la lengua catalana


Un informe se felicita de los progresos del catalán y para ello se hace eco del porcentaje de incremento de la población que lo habla (¿pero lo habla de verdad, lo utiliza habitualmente, o solo lo conoce por haberlo estudiado en la escuela?).

Porqué mi experiencia empírica, y la de mucha gente, es que su uso generalizado en la calle (y en los patios de los colegios) es muy inferior al castellano y en esto influyen los medios de comunicación masivos que siguen siendo, mayoritariamente, castellano hablantes. Añádase a esto la reciente invasión demográfica de la inmigración sudamericana y a que a los funcionarios de la ocupación española no se les pueda exigir, por ley, ni el conocimiento de la lengua natural del país...

Pero posiblemente lo peor para la lengua catalana sea su paulatina desnaturalización, la pérdida de sus raíces filológicas y gramaticales por culpa de la contaminación castellana tanto en el vocabulario como en la sintaxis.

¿A pesar de la inmersión catalana en la escuela, cuantos niños, especialmente en el área metropolitana de
Barcelona (*), utilizan correctamente los pronombres débiles, inexistentes en castellano pero tan consustanciales en el habla catalana?

Solo la existencia de un estado propio que la blinde y refuerce su uso puede salvar cualquier lengua nacional de su desaparición o, como mínimo, de su prostitución, envilecimiento o degradación progresiva. Y esto es un axioma inevitable y contundente.

¡Válgame Dios...!

Coronel Von Rohaut

(*) Que agrupa mucho más de la mitad de la población total del Principado.

(PS) En la imagen, la primera sesión de 1914, en la Biblioteca de Catalunya, del Institut d'Estudis Catalans o Academia de la Lengua Catalana, fundado en 1907.


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