lunes, mayo 21, 2012

Desde España con amor


Los aviones CASA, modelos CN-235 y C-295 son dos productos de Airbus Industries, propiedad de la multinacional europea EADS, que los heredó de cuando CASA (*) era una empresa nacionalizada española y que se siguen fabricando íntegramente en España, en San Pablo, Sevilla (si bien motores turbopropulsores y hélices son de fabricación americana).

Y son dos productos que se siguen vendiendo muy bien, con buenas cifras de exportación y notable carga de trabajo para los próximos años. Que están siendo modernizados con importantes innovaciones y que incrementan su ya notable polivalencia; e incluso ha sido reabierta la línea de montaje franquiciada que existía en Indonesia.

Ahora se anuncia que posiblemente hayan algunos clientes interesados en la versión C-295 "AEW" (en la imagen) o sea, de vigilancia aérea avanzada y que, en tamaño medio pero suficiente para según qué misiones, haría la competencia al viejo cuatrireactor "Awacs" de Boeing, el "Sentry", en cuyo relevo se afanan diversos fabricantes.

La electrónica del C-295 "AEW", primordial en este tipo de aviones, sería proporcionada por IAI (Israel Aerospace Industries), garantía de calidad y adelanto técnico.

Coronel Von Rohaut

(*) Hace años el ingeniero catalán Fernando de Caralt era Presidente de CASA y, si bien todas las industrias de armamentos de España estaban y siguen estando todavía ahora fuera de Catalunya, por motivos políticos y de reparo o prejuicio  estratégico por parte de los gobernantes españoles (que siempre temen una insumisión o levantamiento catalán, y digo yo que ojalá...), Caralt, con el que me entrevisté, deseaba dar trabajo a empresas de Catalunya donde, por ejemplo, había una importante industria mecánica de componentes del automóvil que podría servir. Pero se quejaba que, aparte del "veto" español, se encontraba con muy poca complicidad por parte de las autoridades catalanas donde, por parte de políticos "pseudo-progres" y filo-izquierdosos o sea, gilipollas, existía una fuerte e irracional aversión hacía todo lo militar: ni que fuera simplemente industrial.
La empresa en la que yo trabajé disponía (aparte de una gran instalación o cadena de pintura robotizada y gran cantidad de robots de soldadura, tanto por puntos como por hilo contínuo) de un gran centro informatizado de mecanizado, traído de Italia (estoy hablando de hace 20 o 30 años), así como gran cantidad de tornos multihusillos de varios cabezales, y de control numérico, estos últimos traídos del Japón. Pero no teníamos (porqué no las precisábamos para nuestro producto) fresadoras numéricas de tres cabezales que son para las que, según de Caralt (que era hermano del conde), nos hubiera podido dar trabajo y pasar pedidos.
Años después, el negocio empezó a decaer y, actualmente, la industria ya no existe. Como tantas fábricas catalanas de manufacturas que se han ido al cielo de las máquinas...

1 comentario:

jorge dijo...

Tambien hay una interesante versión cañonera,para la fuerza aerea de Jordania.