sábado, agosto 18, 2012

Los límites del poder y el resurgir de los ejércitos


En todas las democracias los ejércitos, sus fuerzas armadas, están totalmente sometidas al mando, la autoridad y dirección del poder civil, que impone ciertas garantías.

Por ejemplo y como dije recientemente, en los USA las fuerzas armadas no pueden, por ley explícita, intervenir dentro del territorio nacional (salvo casos muy especiales).

Igual ocurría, y por razones obvias, en la Alemania Federal donde, no solo quedaban muy diferenciadas las labores de defensa nacional de las de policía y seguridad interior, si no que además y para cualquier envío de tropas fuera del país, antes también excluidas (pero ya no, como ha sido en Afghanistan) es necesaria la autorización expresa del Parlamento.

Pero ahora, la interdicción de operar en el interior, acaba de ser revocada y la Bundeswher podrá ser llamada a combatir el terrorismo dentro del propio territorio nacional (quedan excluidas las operaciones tendentes a reprimir manifestaciones o multitudes, así como otras limitaciones).
En Francia y cuando hay amenazas terroristas, ya el ejército es habitualmente llamado a patrullar las ciudades, en las operaciones llamadas "Vigipirate", y cuidan de custodiar grandes infraestructuras, estaciones de tren y metro, aeropuertos, etc.

Y en el Japón, donde las fuerzas armadas y constitucionalmente solo podían ser de defensa y la marina estaba limitada a guardacostas y patrulleros, ahora se está equipando de grandes buques e incluso "portaaeronaves" si bien, de forma eufemística, allí los clasifican como "destroyers".

Volviendo a los USA y tras los atentados terroristas del 11 S (9/11 en los USA) y la creación, por el presidente George Bush (hijo), de un superministerio de seguridad o Department of Homeland Security (que incluye entre otras muchas organizaciones, FBI y CIA) precedido por la promulgación de la "Patriot Act"  (luego renovada por Obama), la Administración y fuerzas de seguridad americanas han acumulado un poder casi omnímodo. Como ya venían haciendo en el extranjero (mucha buena gente no se creería lo que puede conseguir la red de escuchas anglo-sajona "Echelon" de USA, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que intercepta más de tres mil millones de comunicaciones diarias gestionada por la NSA; y hasta los franceses, modestamente, disponen de su propia red mundial de escuchas, dirigida por la DGSE y con su central en Domme/Périgord), ahora también pueden espiar en el interior del país: pueden abrir correos, llenar las calles de cámaras de vigilancia, pinchar teléfonos, piratear redes informáticas y someter a la población civil, sospechosa o no, a todo tipo de vigilancias de alta tecnología, donde el "Gran Hermano" de George Orwell se quedaría en ridículo.

Sin el descaro de los totalitarismos como la Alemania "nazi" y la Rusia estalinista, yo me atrevería a decir que los USA son hoy un "estado policial", y que en países militaristas donde éste poder había sido aniquilado o debilitado, está resurgiendo con fuerza, amparado por la necesidad de la "Defensa Nacional" y la excusa de las amenazas terroristas, auténticas o sobredimensionadas, para acojonar y acallar posibles protestas de la sociedad civil.

Coronel Von Rohaut

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