Cuando en el año 2015 salga del astillero el
"USS Gerald Ford", el primero de la nueva clase
post-Nimitz (*), habrá costado, si no se estropean más las previsiones, 12,3 mil millones de dólares, exactamente un 21% o 1.000 millones de dólares por encima de lo presupuestado.
Pero para la segunda unidad de la clase para la que ya se están contratando proveedores, el "USS John F. Kennedy" (**), prometen que se construirá dentro del presupuesto y sin desvíos ni sobre costes, al haber ya una experiencia.
Siempre dicen lo mismo pero, a cada nuevo navío, los precios se disparan en todos los países.
En la imagen, dos "Nimitz", (de los 10 en servicio más, todavía, el "USS Enterprise"), el "USS George Washington" y el "USS John C. Stennis", navegando en formación el pasado mes de Septiembre, durante unos ejercicios en el Pacífico.
Coronel Von Rohaut
(*) Tiene exactamente las mismas medidas pero un reactor nuclear más potente y que precisa menos reabastecimiento de combustible (uranio), nuevas catapultas electromagnéticas que podrán lanzar aviones más pesados y a mayor ritmo y, al estar más automatizados, precisarán menos tripulación que, hoy, es uno de los principales problemas.
(**) El anterior buque que llevó este nombre fue el último construido de los portaaviones no nucleares o de propulsión por calderas de fuel.
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