viernes, agosto 23, 2013

Hablemos claro

Cuando el mastuerzo ignaro del ministro español de Exteriores, el chulo-putas del Margallo, acusa a los gibraltareños (que juro por Alá que tampoco son ningunos angelitos) de "delito ecológico" por sumergir bloques de hormigón cerca de la costa, no hace otra cosa que demostrar su estupidez, ya que:
  1. Crear arrecifes, ni que sean artificiales, es bueno para la fauna marina.
  2. Los gibraltareños lo hacen para evitar, precisamente, que los pescadores españoles lancen sus redes tan cerca de la costa y la esquilmen, lo cual sí que es un "delito ecológico".
Ahora los gibraltareños dicen que en otoño volverán a permitir la pesca de los españoles siempre que usen artes de pesca tradicionales (de la pesca artesanal) y no las redes de arrastre que destrozan los fondos marinos, y que son las que se rompen en los bloques con ganchos.

Los pescadores de La Línea dicen que "nanay" ya que ellos, unos auténticos piratas como casi todos los pescadores, quieren seguir usando sus arrastreros con los que, como sus colegas del resto de España, ya han esquilmado todo el Mediterráneo, y han agotado el atún rojo para venderlo al Japón (*), el boquerón (**), etc..

En medio mundo son famosos los arrastreros españoles (vascos y gallegos, principalmente) que arrasan con todo, al haber agotado las aguas españolas y han de ir cada vez mas lejos (Mauritania, Sudáfrica, Somalia, etc.). Ya ni digamos los pescadores (también japoneses y coreanos) que lanzan sus redes de deriva en el Atlántico, de varios kilómetros, y que arramblan con todo: lo que pescan, en exceso, más lo mucho que destruyen (especies no comestibles o comerciales, delfines, etc.)...

Coronel Von Rohaut

(*) Malditos japoneses que con su mierda de "sushi" están acabando con todos los atunes, y malditos chinos que con su "sopa de aleta de tiburón" están acabando con los escualos, a los que pescan (o las compran a los pescadores de otros países), les cortan la aleta dorsal y vuelven a soltarlos al mar para que mueran desangrados.
(**) La famosa anchoa de La Escala (Costa Brava) es cada vez más pequeña ya que los boquerones no tienen tiempo de reponerse y los pescan cada vez más pequeños, con lo que se interrumpe la reposición generacional. Hace años la Generalitat impuso una veda para el boquerón más larga que la del resto de España; pero mientras los pescadores catalanes estaban amarrados a puerto, venían pescadores de Murcia, Andalucía y hasta de Italia, y se llevaban los peces y malograban los efectos de dicha veda. Si hubiéramos sido un estado soberano, los hubiéramos expulsado a tiros, de ser necesario (que a veces los es).

4 comentarios:

interbar dijo...

No se olvide, mi coronel, de las angulas. Creo recordar era un plato excelente que solíamos comer en Navidad hace algunos siglos; ahora se las llevan todas al Japón (las de Argentina y Chile pues en Aguinaga ya no hay).

Blau Naval dijo...

Li puc assegurar, com a persona amb "la sal a les venes", que determinades arts de pesca que he conegut haurien de classificar-se entre:

1 - Delicte penal
2 - Casus belli

Coronel Von Rohaut dijo...

Mire si sé que en Aguinaga ya no quedan que yo me hago las tortillas de angulas con "La Gula del Norte", que el que no se conforma es porqué no quiere...

Coronel Von Rohaut dijo...

Cuando Catalunya sea soberana y con una buena flota de patrulleros modernos, como la clase australiana "Armidale" equipada con un cañón "chain gun" M-242 "Bushmaster" de 25mm montado sobre un montaje israelí Rafael Typhoon, estabilizado y de control automático remoto, yo pondría en práctica el "casus belli". Sin dudar, ni disparos de aviso...