Y están en Castilla.
En Seseña (Toledo), que podría ser la enseña, el mascarón de proa de la España del "pelotazo del ladrillo", ya había la mayor ciudad "fantasma" de Europa. Una inmensa urbanización, levantada por un siniestro personaje analfabeto (no tonto), llamado "el Pocero" (nombre de bandolero estepario), con miles de pisos edificados a crédito e invendidos al cabo de varias décadas. Una auténtica estafa de proporciones colosales, en medio de un cigarral inhóspito y árido en el que no querrían vivir ni las culebras saharianas...
Y también en Seseña está el mayor cementerio de neumáticos viejos de Europa, un vertedero que ocupa varias hectáreas de terreno y que nadie sabía qué hacer con ellos.
Hasta que un listo, un pícaro castellano, ha creído encontrar la solución y le ha pegado un cerillazo...
Lleva varios días ardiendo, no se sabe como apagarlo y el peligro de contaminación, por el humo tóxico del caucho, es un verdadero problema para la salud publica de los habitantes de los alrededores.
¡Señor, qué país...! (*)
Coronel Von Rohaut
(*) ¿Pero qué cojones hacemos los catalanes, gente seria, aquí y conviviendo con estos energúmenos y chorizos?
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