En Estados Unidos se creó el primer Parque Nacional a finales del siglo XIX y hoy es el país, de largo, con mayor superficie de naturaleza protegida, con mayores recursos destinados a la protección de la flora y fauna salvajes y a la preservación de las especies y ha servido de modelo para la creación de todos los Parques Naturales del mundo.
En España, cada vez que las autoridades quieren ampliar las zonas protegidas chocan con intereses particulares y no digamos con la oposición frontal de diversos sectores si, por ejemplo, se quiere reintroducir el oso pardo o el lobo. Y una de las mejores zonas salvajes que quedan en Europa, el Parque de Doñana, está amenazado por la presión inmobiliaria y las carreteras que lo cruzan y donde se atropellan los pocos linces ibéricos que quedan, a punto de su extinción.
En Francia se promulgó la Ley Grammont a mediados del siglo XIX, para la protección de los animales, prohibiendo la tauromaquia, por ej., mientras en España seguimos con la salvajada de las corridas de toros (con el espectáculo sangriento de torturar sadicamente a un pobre animal) y hasta hace poco se despeñaban burros y cabras desde lo alto de un campanario.
No obstante, la ley francesa (que prohibía hacer daños innecesarios, en público, a los animales domésticos) era antropocéntrica o sea, más destinada a no herir la sensibilidad humana y a evitar lo que se decía (como se dice aquí con la corridas) que si un niño vé este espectáculo (o las peleas de gallos, etc.) puede volverse más violento.
Mientras que las leyes "nazis" de protección de los animales y la naturaleza y la ley de caza, que hacía responsables a los propios cazadores de la salvaguarda y mejora de la fauna salvaje, iban más encaminadas a la propia defensa de los animales (regulando, ya entonces, su transporte, estancia y mantenimiento, cuidados, etc. y prohibiendo el cebado de ocas para la obtención de "foie gras"), a los que no se llegó a dotar de personalidad jurídica como las personas, pero se llegó a discutir.
Estas leyes (como la "Tierschutzgesetz"), redactadas por los profesores ecologistas Giese y Kler en los años 33, 34 y 35 e inspiradas directamente, entre otros, por Hitler y Göring personalmente, son las mejores que han existido para la protección y defensa de los animales. Queda claro que afirmar esto no me pone de su lado, pués tampoco se podrá acusar de "nazi" a todo aquel que utiliza una autopista, también inventadas por ellos...!
Como tampoco justifica que se considerase a los judios inferiores a los animales, cuando planificaron cientificamente su extinción...
Pero en España, al parecer, ninguna ley impide que un hombre mate o torture salvajemente a un indefenso animal y cada año se ahorca, colgados de los árboles, en Castilla y Andalucía, a multitud de galgos, cuando dejan de ser útiles para cazar. Y la cantidad de pobres perros abandonados en las carreteras por dueños insensibles, cansados de cuidarlos al poco de tenerlos, cuando podrían haberlo pensado antes de comprarlos.
Hace poco se vió por televisión, en Galicia, un salvaje apaleando hasta la muerte a un pobre perro pastor alemán, que en ningún momento se revolvió contra su dueño y sólo lloraba mientras lo mataban.
Juro por Dios que si yo soy su vecino, en lugar de filmarlo con una cámara, le vuelo los sesos con una escopeta, porqué de la cárcel se sale pero del cementerio nó !
Y cómo decía un famoso escritor inglés cuyo nombre no recuerdo: "cuando más conozco a los hombres más quiero a mi perro...!"
Coronel Von Rohaut
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