Cómo no sé coser (ni planchar), cuando en unos calcetines me salen tomates en la puntera, para no avergonzarme si, en caso de accidente, por ej., se me viera el dedo gordo del pié, lo que hago es tirarlos. Y es una pasta gansa.
Pero hoy, ¡oh, albricias! en una foto del famoso neocon Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial, al descalzarse para visitar una mezquita turca muestra, orgulloso y desinhibido, el dedo del pié asomando por un magnifico y no zurcido "bujero".
Ya podré recuperar mis viejos calcetines y dejar de pedirle, cada año y como regalo de Navidad, dos pares a mi cuñada...!
Coronel Von Rohaut
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