Israel está perdiendo su "espíritu pionero", de "país de frontera". Se está aburguesando y convirtiendo en una sociedad mayormente urbana y cada día quedan menos juventudes criadas y educadas en los "kibutzim", que eran la cantera de su aguerrido ejercito, el "Tsahal". (*)
Quizás por ello, cómo leemos cada día en la prensa, uno de los temas recurrentes en las tertulias de dicha sociedad, es el del "acoso sexual". Quizás sí que el Jefe del Estado es un "viejo verde" que intenta cepillarse sus secretarias y hay que castigarlo; pero también algún prestigioso general ha visto truncada su carrera militar por denuncias de este tipo, no siempre demostrables.
Ahora, un alto responsable de Dimona, la central nuclear, ha sido acusado de "acoso sexual de palabra" por varias chicas soldado a las que, al parecer, "acostumbraba a alabar su cuerpo con gran frecuencia". ¡Hostia! esto es echar "piropos" y de ser así habría que meter en la carcel a todos los albañiles que ven pasar a una chica por debajo del andamio y le expresan su admiración, con mas o menos gracia...!
Exigir favores sexuales desde una posición de dominio, es "acoso sexual" y estoy de acuerdo en que se persiga penalmente. Pero ¿donde termina el cortejo, el flirteo y donde empieza el acoso? Supongo que el sentido común debería prevalecer sobre una legislación aplicada friamente y de igual rasero para todos.
Y el nieto del heroe nacional israelí, el General Moshé Dayan, quien comandó, cómo Jefe del Estado Mayor del Ejercito, la 1ª campaña relampago del Sinaí, contra Egipto en 1956 y luego, cómo Ministro de Defensa, la victoriosa Guerra de los Seis Días en 1967, dice que si en tiempos de su abuelo, hubieran existido las actuales leyes, el General, que con su ojo tapado era un ligón con mucho éxito entre las señoras, hubiera recibido muchas denuncias de este tipo.
Haciendo un ejercicio de ucronía, podríamos decir que si el General Dayan, por culpa de sus actividades de ligón, hubiera sido apartado del ejercito antes de vencer a las tropas egipcias de Gamal Abdel Nasser y sus aliados árabes, que querian echar Israel al mar, quizás ahora Israel no existiría...!!!
Cómo decía alguien: "folleu, folleu que el mon s'acaba...!"
Coronel Von Rohaut
(*) Podría estar aquí una de las explicaciones de porqué en la última campaña del Líbano, ya no tuvo una victoria aplastante, como hasta entonces; aburguesamiento y falta de espíritu combativo.
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