martes, abril 17, 2007

Cánnabis sativa

Me gusta el nombre y me gusta la planta, tanto por la forma de sus hojas palmaticompuestas (¡ hey !, esto lo he leido en "wikipedia"), cómo por su color verde claro.

Pero ahora está arreciando una nueva campaña contra el uso de esta droga y no digo que no sea pertinente (pero nunca leo ningún trabajo alabando el uso textil de su fibra...!).

Si bien hay que ser siempre muy cauto con el manejo de las estadísticas que, cómo es sabido, es el metodo más científico para mentir.

Un estudio reciente alerta de que los consumidores habituales corren mayor riesgo que los esporádicos (obvio, ¿no?) y que el porcentaje de jóvenes que han fumado en el último mes se ha doblado en 10 años. ¿Donde está el peligro? Porqué el estudio no precisa cuantos de ellos son habituales o si sólo se ha doblado la cifra de esporádicos.

También expone: "...no podemos decir que haya ningún nivel de consumo sin riesgo, ni tan solo un consumo esporádico, porqué no tenemos ninguna forma de saber quién sufrirá daños...". Coño, entonces prohíbe también la ingesta de platanos pues tampoco podemos saber, a priori, si a alguien le puedan sentar mal...!

Luego siguiendo con el problema de las adicciones, constata, que el alcohol parece ser mas dañino para los cerebros femeninos que para los masculinos. ¡Coño ("again")! ¿ no habiamos quedado en que tanto hombres cómo mujeres éramos "igualicos"?

¡Ojo! repito lo que ya dije en un "post" anterior. No recomiendo ni el uso de drogas (no digamos ya su abuso) ni su venta libre. Pero si defiendo su despenalización y su venta controlada, muy bien controlada (mas que el alcohol y el tabaco o, mejor aún, cómo deberían estar esas dos drogas legales) para sacar su distribución de las manos de "narcos" y contrabandistas y su comercio de las calles.

Drogas duras o de síntesis quimica, formuladas y fabricadas por las multacionales farmaceuticas, con garantía de pureza y dosificación y vendidas en las farmacias a un precio alto pero no desorbitado, para frenar la delincuencia ligada a este comercio.

Y la "maría" o el "porro", bien liado y empaquetado por las tabacaleras y vendido, bajo control, en los estancos.

Todo ello junto con las campañas para reducir su consumo, cómo ya se está haciendo, con éxito, con el tabaco. Eliminando, con su venta libre, el aura de producto mítico y transgresor.

Sacando de su circuito comercial a "narcos", "gangsters", blanqueadores de dinero, contrabandistas, camellos y demás chusma, cómo se hizo en su día al cancelar la "ley seca".

Claro que esto no lo puede hacer un país sólo, que se transformaría en destino de "turismo narcótico". Debería hacerse a nivel europeo. ¿A que no hay cojones...?

Coronel Von Rohaut

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