Cuando éste verano hubo el punto álgido del caos ferroviario en la red de cercanías de Barcelona, la excelentísima señora ministra del ramo, reconociendo que los problemas se gestionan mejor desde la proximidad, envió a vivir, temporalmente, a Barcelona, al secretario Víctor Morlán.
¡Qué cabrona! Si todo se resuelve mejor desde cerca, no hace falta que nos envíes al Morlán (que, por otra parte, parece bastante buena persona y eficiente, seguramente por ser aragonés). Tan sólo no te lleves todos nuestros dineros y las obras ya nos las haremos nosotros, que ya vivimos aquí y no nos hemos de trasladar... Y si hay que hacer alguna que otra chapuza, también tenemos gente suficientemente preparada para cagarla debidamente y desde casa.
Por cierto, al caos ferroviario se juntaron los grandiosos atascos de las autopistas (autovías gratis... no tenemos!!!), la catástrofe del apagón por falta de inversiones y mantenimiento de las redes eléctricas, los fallos, atrasos y carencias en las comunicaciones marítimas con Baleares y la vergüenza perpetua de un aeropuerto provinciano, sometido al centralismo de Madrid, donde Barajas recoje todas las inversiones y monopoliza los vuelos transoceánicos.
Bueno, pues por si todo lo anterior (y lo que me dejo en el tintero, para no cansar) fuera poco ahora, pocos días antes de inaugurarse el nuevo túnel de Vielha, practicamente el único acceso a la Val d'Arán y cuya construcción ha sufrido todos los retrasos que ya eran previsibles y los aumentos de coste correspondientes, resulta que sólo caben dos de los tres carriles con los que estaba diseñado (obviamente, pesimamente mal diseñado...).
Ya Don Antonio Cánovas del Castillo, político de la Restauración borbónica en España, dejó dicho que "es español todo aquel que no puede ser otra cosa...". Por lo tanto, si ya es triste ser español, fijaos lo jodido que es ser catalán, gobernado por españoles.
¡Por los clavos de Cristo! ¡Que me deejeee...!
Coronel Von Rohaut
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