El día, Dios quiera que próximo, en que Catalunya consiga su independencia y se constituya en estado soberano, deberá procederse, cómo en todo divorcio, al reparto de los bienes, propios y gananciales.
Aparte de traspasarnos la plena propiedad (y no sólo la gestión o usufructo cómo, a veces, hacen ahora) de todos los terrenos y edificios (hospitales públicos, escuelas nacionales e institutos, universidades, cuarteles, delegaciones y oficinas, puertos, aeropuertos, carreteras y vías de comunicación, trenes, estaciones, etc.) actualmente pertenecientes al gobierno de España y sitos o localizados en Catalunya, también deberíamos pasar cuentas.
Si los habitantes del principado representamos un 17% de la población total española, ésta proporción o la que corresponda debería ser la que se utilizase para la devolución de nuestros bienes.
Un 17% de todas las reservas, en oro y divisas, del Banco de España así cómo de la masa monetaria circulante cuya parte esté retenida o inmovilizada en el Banco. Obviamente, el 17% de la parte del presupuesto del estado para el año corriente que represente los pagos a realizar por obras en curso, pago de nóminas de funcionarios traspasados, etc.
Un 17% (o el porcentaje superior correspondiente a la población laboral y a la suma de clases pasivas) de las reservas e ingresos corrientes de la Seguridad Social (puesto que la Generalitat debería subrogarse y acometer, sin solución de continuidad, el pago de todas las pensiones y jubilaciones) así cómo un 17% del valor de todos los bienes mobiliarios, acciones y participaciones que todavía conserve el gobierno de España en empresas e industrias aún no privatizadas.
Pero también nos deberían traspasar un 17% del material de las fuerzas armadas, barcos, tanques y aviones, ya que casi seguro que los catalanes hemos contribuido en mas que este 17% en el coste de la adquisición de éstos materiales pero, cómo que siempre hemos sido generosos y solidarios, nos conformaríamos con la misma proporción que para el resto.
Así cómo un 17% de los fondos de los museos nacionales, cómo el Prado, el Reina Sofía, etc. y todas las pinturas y esculturas obtenidas por donaciones al estado ya que cuando ello tuvo lugar, nosotros formábamos parte de dicho estado. Lógicamente, también un 17% de los edificios y bienes, embajadas, consulados y legaciones que el Ministerio de Exteriores tenga repartidos por el mundo y no tan solo los situados en Haití o Bangla Desh (si es que los hay...).
Debería estudiarse todo muy bien para evitar que algo quede en el olvido y ahora no quiero extenderme mas.
Pero sobre todo y conociendo a nuestros "amigos" del gobierno central de España (Una, Grande y Libre), deberíamos estar tremendamente atentos y vigilantes para que no nos hurten, distraigan, birlen, desvíen, oculten, sustraigan, oculten, roben o desvalijen cómo llevan haciendo desde hace siglos.
Y a partir de aquí, ¡"nosaltres sols" y nuestro límite es el mundo...!!!
"Catalonia, the next state in Europe"
Coronel Von Rohaut
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