En el País Vasco, en el ámbito de un estado, el español, oficialmente adscrito a la democrácia y al mundo occidental, unas personas físicas que, personal o directamente, no han matado a nadie ni han puesto ninguna bomba, están siendo encarceladas por decenas, acusadas de terroristas o de apoyo y colaboración con el terrorismo.
Su delito, no el imputado si no el subyacente, el de defender un derecho político, la independencia de su país, en cuyo objetivo coinciden plenamente con otras personas que, para ello, recurren a actos de violencia, terrorismo o lucha armada, quizás porqué no se les deja otra salida, puesto que a los que lo intentan por la vía parlamentaria se les está encarcelando igualmente.
En Gran Bretaña, con una tradición democrática un poco mejor asentada que en "ésta España mía, mi querida España", hasta recientemente encarcelaban a los luchadores del IRA irlandés pero jamás a los que sólo eran dirigentes o afiliados a su rama política, el "Sinn Fein". Claro que aquí, somos así, Señora...
Luego, se trata de unos presos políticos, los únicos en Europa o paises occidentales del primer mundo, encarcelados por tener y defender unos intereses políticos distintos a los de los partidos políticos del estado dominante que, en realidad, no están actuando así mas que para imponer, por la fuerza, su hegemonía. Aplastar a las minorías (que si se hiciera un "referendum" en el territorio implicado quizás no serían tan minorias) con el peso de unas mayorías exógenas que pertenecen a un estado ocupante.
Esta situación de mantener a presos políticos equipara a España con países cómo la Cuba de Castro, Birmania, Pakistán, Zimbawe, el Congo, el Chile de Pinochet y, bajo éste aspecto solamente, con los fascismos y estalinismos de tiempos pretéritos que nadie desea que vuelvan.
¡ Viva España, Arriba Franco !
Coronel Von Rohaut
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