El estatus de las mujeres

Veo que una chica, piloto militar del Ejercito del Aire Español, ha obtenido el número uno de su promoción en la escuela de pilotos de caza y de ataque.

Me alegro enormemente, puesto que esta alférez lo ha conseguido, no por cuota ni para alcanzar un cierto porcentaje femenino en una institución, si no porqué ha obtenido la mayor puntuación en pilotaje y en puntería, habilidades que hasta hace poco eran casi patrimonio machista y que se ha demostrado que las chicas no tienen ninguna imposibilidad, ni física ni mental, en alcanzarlas e incluso superarlas, si quieren.

Además, la chica es mona, lo que sería irrelevante, pero que me confirma que no es cómo aquellas atletas rusas de los tiempos de Stalin, que ganaban competiciones, pero que eran unos auténticos "tíos" peludos, lo cual era una trampa o una estafa.

Y tiene mucho mas mérito ser la número uno de su promoción de combate, por méritos propios, que la Ministra de Defensa que lo es porqué toca que sea una "tía". Y ya no digamos las demás "Ministras", tanto del PSOE cómo en su día las del PP, que algunas no eran mas tontas porqué no entrenaban. Cómo la ministra de no sé qué, la cual, en tiempos de las "vacas locas", recomendaba hacer un "caldito". O la anterior de Vivienda, que queria hacer pisos, a los que de forma pija e imbécil, llamaba "unidades habitacionales", de 30 m2 y que al final se fue a casa sin haber hecho absolutamente nada en el gobierno. O la de ahora, de Igualadad (vaya gilipollez), que anuncia ante el Congreso, una serie de medidas las cuales, una vez leídas, no ha dicho absolutamente nada, aparte cuatro sandeces más el invento de un "palabro" que retrata su incultura: en su afán de desmasculinizar los conceptos (aquello tan ridículo de duplicar siempre lo de españoles y españolas) la ha llevado a decir miembros y miembras, lo que no existe, además de ser estúpido y de analfabeto (o analfabeta).

Querida Bibiana (que así se llama la niña), para decir burradas, los hombres ya nos bastamos y sobramos. Si no vales para otra cosa, vuelvete a casa a fregar platos.

Coronel Von Rohaut