Tengo una conversación, abierta y sincera con la señora, ecuatoriana, que tengo de asistenta doméstica y que recién ha completado su reunificación familiar, trayendo a los dos hijos que habían permanecido en Ecuador con sus abuelos.
Sus hijos han completado ya todo un curso en una escuela catalana, previo paso por un aula de acogida, y a mi pregunta de si se han adaptado bien, me responde que sí, que la niña ha sacado unas notas excelentes en casi todo mientras que al niño, más pequeño, le cuesta un poco más tanto las matemáticas cómo la lengua, igual la catalana, nueva y exótica para él, cómo la castellana ya que en Ecuador, todo y hablar castellano, las clases de gramática eran muy sencillas (*).
Que rápidamente se han ambientado, hasta el extremo de no desear ir ni de vacaciones a su país de origen. Que han hecho amigos entre sus nuevos compañeros de escuela, de los que hay de muchísimos países distintos, todavía mayoría autóctonos españoles pero, aparte de muchos sudamericanos: chinos, filipinos, rumanos y otros países del este, así cómo moros y pakistaníes.
Que la niña tiene amigas mayormente extranjeras cómo ella pero de cualquier país, mientras que el niño los tiene mayormente españoles, con los que habla del "Barça". Pero ninguno de los dos se relaciona con moros ni pakistaníes, que tampoco les caen bien a ninguno de los demás niños de la escuela, sea cual sea su origen, sudamericano, filipino, chino, etc.
Que los musulmanes sólo se relacionan entre ellos y hablando en su lengua de origen. Que son bravucones y poco amistosos e intentan meter mano a las chicas, por ejemplo peruanas, a las que, encima, desprecian y las tratan y consideran cómo inferiores, siguiendo con las pautas culturales de su raza o religión. Por cuyo motivo, nadie les traga, ni españoles ni "sudacas". Absolutamente nadie.
Obviamente mi estudio no tiene ningún valor científico ni estadístico. Pero está obtenido de informaciones de primera mano y absolutamente neutrales. Es la impresión de un grupo o muestra interracial y representativa, que me ha sido trasladada, sin ninguna manipulación, por unos de sus componentes o elementos activos.
Conclusión: Putos moros y que Allah me perdone...
Coronel Von Rohaut
(*) O sea que, en Catalunya y con el denostado sistema de inmersión lingüística, tan maldecido por el PP y otros enérgumenos que incluso lo han impugnado judicialmente, no solo aprenderá catalán si no que mejorará su español materno...
¡ Toma castaña, Losantos "h. d. p." ! ! !
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