Hoy es 11 de Septiembre y por lo tanto, entre otras efemérides que han venido a coincidir es, desde hace años, la Diada Nacional de Catalunya, que rememora el 11 de Septiembre de 1714, día en que, al perder una batalla más (lo que es habitual por parte de nosotros, los catalanes) a manos de las tropas castellanas y borbónicas, perdimos las pocas libertades propias y especificidades nacionales diferenciales que nos quedaban, después de varios años de lenta ocupación de Catalunya por parte de la administración castellana de la monarquía de los Austrias.
Mientras no tengamos otra, me parece bien seguir celebrándola pero deberíamos recuperar la tradición, muy perdida en estos último años, de decorar nuestros balcones y fachadas con banderas catalanas cuatribarradas. Esto si, pero con crespones negros, en honor de los muertos en la lucha y de las libertades que nos fueron arrebatadas por la fuerza de las armas y en clara desventaja numérica.
Y tan pronto hayamos recuperado nuestra independencia y dispongamos de nuestro propio Estado Catalán soberano, esta Diada debería quedar sólo como una conmemoración institucional en recuerdo a los héroes de nuestra patria. Nuestro "Memorial Day".
Naturalmente, e inmediatamente, deberíamos instituir la fecha de esta independencia recuperada y haciendo ondear la "estelada", la bandera catalana independentista, con la estrella inspirada en la bandera cubana de José Martí, cómo nueva y jubilosa Fiesta Nacional de Catalunya. Cómo nuestro 4 de Julio o "Independence Day".
Visca Catalunya Lliure
Coronel Von Rohaut
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