En la actualidad, si no dispones de un "coach" no eres nadie.
Necesitas un "coach" para que dirija tus ejercicios de aerobic o fitness y, si tienes mucho dinero, porqué nada es gratis, también tendrás uno para que te aconseje en tus compras, incluso en los regalos de Navidad para la (lejana) familia. Y naturalmente otro para orientarte en tus problemas de comunicación con la pareja, cuando lo fácil y más eficaz sería que la follases debidamente y a menudo.
Al hombre ( o a la mujer) le cuesta vivir sólo y no tener en quien apoyarse. Antes gran parte de todo esto lo resolvía la (cercana) familia con la que convivías. Y los domingos, en la larga sobremesa de la opípara comida celebrada en casa, hablabas un poco de todo con padres, hijos, hermanos, primos y cuñados y, a pesar que discutieras, algo de lo dicho quedaba que te era de ayuda. Cuando menos, te sentías acompañado.
También ahora, después de hacer lo que te haya indicado el "coach", cómo que has quedado dubitativo e inseguro, te irás a ver, pagando nuevamente un pastón, a un psicólogo argentino o a un psicoanalista, para contarle tus traumas.
Antes ibas al cura de tu parroquia, que te confesaba gratis y con el mismo resultado.
¿Estamos mejorando? Sí, por descontado. Cada día somos más burros.
Coronel Von Rohaut
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