Haciendo, yo, continuación a mi "post" anterior y también haciéndose, ellos, eco de las malas perspectivas de la economía española, la prestigiosa publicación inglesa, "The Economist", se cuestiona la viabilidad de las autonomías españolas y su excesiva descentralización.
Estoy plenamente de acuerdo. Al palmar el general Franco (literalmente: reventó), sólo Catalunya y el País Vasco solicitaron retomar la autonomía que ya habían disfrutado durante la República. Pero para evitar la puta envidia (la más española de la "virtudes"), los celos babosos y enfermizos de las demás regiones, un imbécil de la UCD, y para que los demás tragaran sin tener que enfrentarse a ellos o dar explicaciones, se inventó lo del "café para todos" que hoy, por ejemplo en la discusión multilateral de la financiación, todavía pervive en el maldito estado español. Y sus 17 autonomías, con sus 17 cámaras y sus 17 cohortes de funcionarios chupópteros y lameculos para una mierda de país de cuatro gatos es "demasié" para el cuerpo.
Sí señor, estoy de acuerdo con los británicos de extrema derecha (los redactores de "The Economist"). Yo no quiero la autonomía de España para Catalunya. Yo, lo que quiero, es su plena y total independencia.
¡ A la mierda el estado borbónico-español y su gangrenada y maloliente administración castellana !
"Please Mr. Obama, free Catalonia"
Coronel Von Rohaut
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