Hace poco comentaba yo aquí los brutales incrementos del coste de los nuevos materiales bélicos.
Según el último Jefe de Estado Mayor de los Ejércitos, de Francia, el general Bentégeat, cuando él salió de Saint Cyr (*) hace 40 años, el país dedicaba el 4% del PIB a la defensa y ahora, al término de su carrera, sólo dedica un 2%. Pero una torreta tele-operada, que permite manejar las armas montadas sobre los blindados desde el interior, por telemando y a cubierto de emboscadas, cuesta 300.000 euros y se precisan varios centenares para equipar todos los vehículos.
Pueden no montarse y entonces los soldados estarán mal equipados y su vida estará en peligro. Y si esto ocurre en España, el Losantos y el Vidal (*) dirán que si la Chacón no dispone de este dinero es porqué los catalanes nos lo gastamos en clases de catalán.
Pero es que una bomba guiada, de aviación, cuesta entre 500.000 y 600.000 euros, cada una ( bomba AASM, parecida a la JDAM americana pero más precisa, ya que además de la guía GPS equipa una central inercial y más adelante, una cámara infra-roja). Según la altura de lanzamiento, puede largarse desde varias decenas de kilometros de su objetivo y tiene una precisión de 10 metros. Y la aviación francesa, en Afghanistán y desde los "Rafale" destacados allí, lanza una veintena cada mes...
Claro, también podemos no ir a Afghanistan y, cómo siempre, dejar que los americanos nos lo hagan todo. Pero, después, no nos quejemos.
Coronel Von Rohaut
(*) Su "West Point".
(**) Se puede ser más "joputa", pero ha de ser difícil...
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