Hoy no pienso tratar sobre los Mossos d'Esquadra y los fallos, cagadas e incluso delitos en los que pueden haber incurrido y que haberlos haylos.
Ni tampoco de la campaña centralista y nacionalista española que existe contra ellos, que haberla hayla. Ni siquiera de sus tensas relaciones con el honorable pero muy patético conseller Saura, que no les puede dirigir peor y al que le gusta más, por su sectarismo "pseudo progre", proteger a los malos que a los buenos.
Hoy el tema son los "porteros de discoteca" de los que estos días también vuelve a hablarse y para decir pestes de ellos.
Y también seguro que con razón ya que algunos de ellos, verdaderos delincuentes en potencia, han tenido alguna intervención digna de ser enjuiciada y que algunos, en algún caso, se pasan cuatro pueblos y actúan con abuso de fuerza.
Pero cuando en alguna discoteca, en lugar de "matones de gimnasio" agresivos han puesto como vigilantes a "seguratas" de uniforme (sin "físico" ni formación suficiente), los pobres han sido avasallados y en muchas ocasiones, agredidos y lesionados por las hordas de "niñatos chulos", "quillos barriobajeros", "sudacas violentos", "moros machistas" y "gitanos peligrosos" (que de todo hay en la viña del Señor y en todos los colectivos hay malas hierbas y garbanzos negros), que intentan acceder a dichos espacios de ocio o que arman la gran bronca en su interior.
Porqué, pregunto yo, los que con parte de razón despotrican contra el sistema de "porteros" y las atribuciones que se toman (*) ¿han ido personalmente a comprobar, a las puertas de las discotecas, en los fines de semana, la fauna con la que tienen que enfrentarse dichos "porteros", con "pandas" de jóvenes que más de la mitad ya llegan totalmente borrachos y empastillados hasta el culo y con una agresividad fuera de lo normal y a los que, si se les dejase entrar libremente, crearían un verdadero peligro para la gente "normal" que pueda haber en el interior?
Porqué siempre hay que escuchar a ambas partes y sospesar los pros y los contras. ¿O no?
Y ahora dicen que la nueva ley o reglamentación insistirá en que los "porteros" deberán vigilar pero no intervenir y que, en caso de amenaza o violencia, deberán llamar a la autoridad competente. Pero la semana pasada, a pleno día, unos atracadores asaltaron la oficina de La Caixa al lado de mi domicilio, donde entraron con violencia y a mazazos. Una persona les vio entrar y avisó a los Mossos, que tardaron diez minutos en llegar, lo que no es excesivo. Pero cuando llegaron los guardias, los chorizos ya se habían largado, andando y con el botín bajo el brazo. Bueno, pues si en vez de un atraco a un banco, alguien llama a los Mossos diciéndoles que unos chavales arman bronca a la puerta de una discoteca ¿cuanto tardarán en llegar?, ¿dónde estarán ya los alborotadores?, ¿de qué habrá servido?
Coronel Von Rohaut
(*) Y que no sean la parte "contraria", cuyas manifestaciones serán partidistas y tendenciosas.
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