Ha fallecido una tal Julia García-Valdecasas. Su principal blasón y también tacha o defecto, era ser hija de un tal Doctor Francisco García-Valdecasas, facha militante y franquista convicto, nacido en Granada y nombrado catedrático de la Universidad de Barcelona justo al terminar la guerra civil.
Fue rector de dicha universidad más adelante y durante su mandato sancionó y expulsó, por demócratas o catalanistas, a numerosos estudiantes, profesores y catedráticos. Permitió la entrada de la policía en las aulas y fue un represor e hijoputa de tres pares de hostias.
Fue la estampa más clásica de los altos funcionarios españoles y españolistas, junto con jueces, fiscales, inspectores de Hacienda, secretarios de ayuntamientos, policías y demás fuerzas ocupantes de Catalunya, mucho peores, por su influencia social, que las mismas fuerzas militares del General Franco.
Claro está que los hijos no tienen porqué pagar los pecados de los padres ni ser juzgados por lo que sus padres hicieran. Está claro. Pero por su propia y libremente escogida trayectoria personal: Delegada del Gobierno de Aznar en Catalunya y Ministra de su gobierno, directiva del RCD Español (con todo lo que de superficial y de anodino pero, al mismo tiempo, de simbólico tenga esto último), etc., está claro y demostrado que la tal Julia jamás abjuró de la ideología de su señor padre.
"Descanse en paz", dice la reseña de su fallecimiento. ¿En paz? ¿Porqué he de desearle yo ninguna paz a quien deseó el aniquilamiento o, cuanto menos, la sumisión y desvanecimiento de mi nación?
¡ Que se vaya al puto infierno... !
Coronel Von Rohaut
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