viernes, marzo 20, 2009

Las actitudes represivas, la gimnasia y la magnesia

Gran escandalera y rasgada de vestiduras por la represión de los Mossos d'Esquadra al desalojar a los estudiantes encerrados en una facultad de Barcelona y posteriormente disolver una manifestación o algarada de dichos estudiantes:
  • Dichos estudiantes no tienen ninguna maldita razón para protestar. Se quejan de la aplicación de una directiva europea, el "Plan Bolonia" para modernizar la universidad, que buena falta le hace sobre todo en España, donde la universidad es una puta mierda y de las peores del mundo. El "plan" pretende hacer trabajar más a profesores y estudiantes y de esto se quejan. La mayoría ni se han leído dicho plan de reestructuración de los estudios. Se oponen por sistema, por estética "progre", por la cultura del "no".
  • Se quejan que se les haya aplicado la "porra" en lugar del "diálogo". Pero al principio se creó una "mesa" para la negociación y, ya en el primer día y antes de haber escuchado ni discutido nada, los representantes de los estudiantes se levantaron y se largaron, demócratas que son ellos. No querían negociar ni llegar a ningún consenso. Sólo querían que la ley, sencillamente, se retire por sus cojones.
  • Los encerrados eran una minoría, cómo siempre la más chillona y que impedían estudiar o trabajar a la mayoría. Jamás aceptarán hacer una votación secreta para saber si la mayoría desea o no manifestarse o encerrarse. Es la dictadura de los radicales y de la práctica asamblearia, tan falsa y manipulable.
  • Muchos de los que promovieron la algarada ni siquiera eran estudiantes ni estaban matriculados en dicha universidad. Son los anti-sistema de siempre que se infiltran, encapuchados, en todos los actos o manifestaciones, sean de estudiantes o de juventudes de ERC o de otros partidos que se manifiestan por las calles y, desde dentro, radicalizan las posiciones y se dedican, sistemáticamente, a atacar a las fuerzas del orden y a romper escaparates, automóviles aparcados en la vía pública, mobiliario urbano, incendiar contenedores, etc.
  • Habitualmente, el mismo jefe de las fuerzas del orden, el ominoso conseller Saura, él mismo un "pseudo-progre", pijo-ecologista y verde, amigo de "okupas" y otros alter-mundistas y vegetarianos marginales, evita que sean reprimidos, por lo que cada vez se muestran mas agresivos.
  • Ahora se acusa a los Mossos de haber utilizado una "fuerza excesiva". ¿Os suena esto? La misma falacia que se utilizaba contra los militares israelíes al sofocar la rebelión de los terroristas palestinos. Claro; porqué los acusadores son siempre los mismos, los gilipollas y sectarios dogmáticos de siempre.
  • Si finalmente se dio a los Mossos la orden política de actuar (a petición del rector de la universidad), no se puede , luego, exigirles que antes de blandir la porra le pidan al gamberro que tienen en frente, generalmente en actitud chulesca, que se identifique. Una carga es y ha sido siempre, contundente, indiscriminada y algo caótica.
  • Si recibe hostias algún periodista, mala suerte. ¿Porqué se pone delante? Siempre tiene la oportunidad de tomar fotos desde un balcón o algún rincón; si quiere ponerse en medio, es bajo su responsabilidad. Luego que no se queje.
  • Parte de la tangana que se ha armado después es debido, precisamente, porqué alguno de los alcanzados era un periodista y ha funcionado el corporativismo. Si la brecha en la cabeza la hubiera recibido un vendedor de frutas, el clamor hubiera sido mucho mas matizado o inexistente.
  • Al final, más de la mitad de los heridos, eran Mossos. Esto demuestra la violencia de los "reprimidos". Pero de esto el gilipollas del Saura no dice nada. Sólo investigará si se pasaron los Mossos, en lugar de defender su actuación, como sería su obligación caso de ser honesto y ecuánime. No ser, él mismo, un maldito y sectario izquierdoso de mierda.
  • Y al día siguiente, otra manifestación congregada frente al edificio del gobierno, se hartó de lanzar botes de pintura contra la fachada y contra el cordón de Mossos que, impávidos esta vez por ordenes superiores, quedaron hechos un cristo. ¿Se imagina alguien que, en otro país democrático, alguien hubiera atentado contra el edificio del gobierno? En lugar de aguantar estúpidamente, la policía hubiera metido en la cárcel a todos los alborotadores, después de sacudirles adecuadamente.

¿Porqué no podemos, la buena gente, el pueblo honrado y trabajador, coger al Saura y todos sus acólitos y mandarlos a presidio o a galeras. O a picar piedra y a hacer carreteras a pico y pala?

Coronel Von Rohaut

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