Leo en un periódico a un escritor catalán rememorar, con nostalgia, sus máquinas de escribir y las va detallando: una Piuma 22 de Olivetti, una Lexicon 80, una Lettera, etc., todas de la misma marca italiana que, durante años, se fabricaba tambien en Barcelona.
El buen hombre las recuerda con cariño mientras que yo, altiva y despectivamente, pienso: " pobre infeliz..."
Porqué si bien durante algun tiempo también trabajé con una Lexicon 80, de carro grande y que era un trasto, yo empecé con una magnífica Underwood americana, más antigua pero que era una maravilla de técnica y calidad. Utilicé alguna vez una Smith Corona, también fabricada en los USA cuando aquel país era puntero en mecánica y metalurgia, y durante mis treinta últimos años de vida laboral dispuse de una máquina de escribir eléctrica, una IBM Executive, de bola intercambiable, que era el no va más...
Pero no, no voy a renunciar ni a despotricar del avance que ha representado el PC, también de IBM y luego fabricado por decenas de imitadores, así como la comodidad del procesador de textos "Word" de Microsoft y todos los derivados de la moderna informática, que nos permiten estar donde estamos. No siempre tiempos pasados fueron mejores, salvo para las piezas de museo...
Coronel Von Rohaut
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