En 1904, la Academia Sueca previó concederle el Premio Nobel de Literatura, en el primer premio conjunto: junto a él, también era galardonado el poeta provenzal Frédéric Mistral.
Se premiaba de esta forma a dos autores paradigmáticos del renacimiento literario casi simultáneo de dos lenguas latinas con una parte de su historia común: el catalán y el provenzal.
No obstante, presiones desde el gobierno español, que consideraban poco conveniente premiar un autor catalán (que, además, había tenido un relevante papel político en Cataluña), impidieron que el proyecto de la Academia se llevara a cabo.
En lugar de Guimerà, fue propuesto el aragonés José de Echegaray que, aparte de su obra propia, había traducido al castellano algunas obras de Guimerà. Así, el Premio Nobel fue finalmente concedido al curioso tándem Echegaray-Mistral, autores que nada tenían que ver entre sí.
Información que me han facilitado y que he contrastado en Internet y, añado yo, aparte de obtener el Nobel, al tal Echegaray casi no se le conoce ninguna obra y, especialmente, ninguna de medianamente buena a excepción de un drama teatral, un "tocho" infumable, titulado "El gran Galeoto".
Sí parece que fue un buen ministro de fomento y un capaz matemático, pero ¿el Nobel de Literatura? Y esto en el ya lejano 1904 o sea que la envidia y el anticatalanismo furibundo de Castilla viene de lejos y nunca les ha avergonzado ni han dudado en hacer el ridículo. Y ningún español volvió a obtenerlo hasta Camilo José Cela y cuando hubo un intento de promover al poeta catalán Salvador Espriu, desde Madrid también lo boicotearon.
Válgame Dios y Viva España.
Coronel Von Rohaut
Querido Coronel,
ResponderEliminarSólo a título informativo: Angel Guimerá no era catalán, sino canario. Concretamente, de Santa Cruz de Tenerife.
Otra cosa es que aceptemos como catalanes (a mí me parece muy bien) aquellos que “viven y trabajan en Cataluña” y tienen voluntad de ser catalanes.
Paradigma, el muy Honorable Sr. José Montilla.
Desde 1904 en que se le dio el Premio Nobel a Echegaray, (a mí, “El gran Galeoto” me parece una gran obra), se les ha dado, como mínimo que yo recuerde a Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Alexandre (1977), antes que a Cela.
A quien no se lo dieron y, sin embargo, se lo merece, es a José Mallorquí Figuerola, que tanto hizo por la literatura, con la publicación de esa (entre otras) gran obra que se llamaba “El Coyote”. La más traducida a mayor número de idiomas, después de El Quijote.
Creador y autor de la “novela deportiva” nunca tuvo el reconocimiento internacional que se merecía, seguramente porque sus obras son entretenidas, divertidas, de gran sensibilidad y especialmente de un contenido filosófico profundo.
Ahí sí que creo que a los catalanes se nos discrimina de una forma total, pero no pierdo la esperanza de que se haga justicia.
Como usia –yo también acabo con un Vd. ¡viva España!, aunque si no le molesta, me permito añadir ¡y visca Catalunya!
General Rogelius