Acabo de escuchar por la tele a una tal Leire Pajín (¿que nombre no, tú?) comparando la coincidencia de la Presidencia de Barack Obama en Estados Unidos y la próxima de Zapatero en Europa (¡Hey! que esta es por rotación, no por méritos), como una coincidencia estelar o planetaria, como si fuera la llegada de unos cometas mágicos y extraordinarios, una conjunción maravillosa pero en todo caso de alcance e importancia sideral.
Siendo que acabo de prometer no llamar burros a los políticos, ni que sean sociatas, estoy hecho un lío, me retuerzo en un mar de dudas, me ahoga la incertidumbre.
¿Como llamo a esta tía con pinta de camarera de bar de putas de pueblo de secano? ¿Pelota impresentable y asquerosa?
Y estoy viendo en directo al candidato para Europa de CIU, Ramón Tremosa. La presentadora le pregunta si es soberanista y dice que minimamente. Le pregunta si es independentista y muy habilmente le pone ejemplos que casi le obligarían a decir que sí y el pájaro se pone lívido buscando eufemismos y subterfugios para ver como se sale. Y este es uno de los "soberanistas" que CIU enseña para no perder parte del electorado que sí que es separatista. Acierta y mucho en todos los síntomas de los males de Catalunya pero la caga en el diagnóstico y el remedio.
A este sí que sé como llamarle: "botifler", encajista españolista, catalán traidor, "cara girada", hijo de su santa madre pero, sobre todo, catalán cagado.
Coronel Von Rohaut
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