Sólo un negro podía decirles a los africanos que no toda la culpa es de los blancos y del maldito colonialismo.
Que la mayor parte de los males actuales de África vienen de sus propios dirigentes, negros corruptos hasta límites increíbles y que roban y explotan a sus súbditos hasta el borde del hambre y la miseria.
Si lo digo yo (que lo digo siempre que puedo y lo repito hasta la extenuación, aún a riesgo de ponerme pesado) soy un malvado racista y xenófobo. Menos mal que, en su discurso de Accra, capital de Ghana, lo ha dicho, alto y fuerte, el presidente de los Estados Unidos de América, el bronceado (según gracia de Berlusconi) Barack Obama.
Gracias sean dadas al cielo y "God bless America".
Coronel Von Rohaut
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