Mientras un general americano, con mando en Afghanistan, señala que el principal objetivo de las fuerzas aliadas ya no es combatir al "talibán", lo que ha de ser función específica del recién recreado ejército afghano (¿tendrá las capacidades suficientes?) si no, precisamente, ayudar a que el gobierno afghano se pueda mantener "sobre sus propios pies".
Y aparte, claro está, perseguir y eliminar a los componentes de Al Qaïda que todavía puedan estar emboscados en aquella área.
Otro estratega e historiador precisa que la guerra en Afghanistan y la frontera limítrofe del Pakistán, todo ello zona "pashtun" (lo que antiguamente se conocía como "patanes"), no es ni una lucha religiosa, ni siquiera territorial en su sentido clásico y ni tan siquiera de influencias o recursos económicos si no, mucho más elementalmente, una auténtica lucha tribal, tal como viene siendo desde el siglo XIX, si no antes, en aquellas tierras y al igual que en las estepas del Asia Central y en la zona del Cáucaso. (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Y en gran parte de África, añado yo, independientemente de las interferencias e intereses encontrados de los demás países, occidentales o emergentes, en busca de recursos naturales...
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