Una de las enseñanzas de dicho conflicto fue que un ejército profesional como el británico, con una flota de asalto anfibia, con numerosos destructores y fragatas y protegida por submarinos nucleares y portaaviones (ni que fueran portaeronaves operando solo "Harrier", aviones de poca carga bélica y muy pequeño radio de acción, pero mucha maniobrabilidad y, sobre todo, gran pericia e improvisación táctica de los pilotos de la RAF), podía operar a miles de millas náuticas de sus bases. Con la inapreciable ayuda de los satélites de comunicaciones y espías de los "primos" americanos y la "vista gorda" del chileno general Pinochet, dejando que los ingleses operasen desde su zona de influencia antártica.
Otra fue el fracaso de la moda de los ingenieros navales de sustituir, para ahorrar peso y por lo tanto tripulación, el acero de las superestructuras de los destructores o fragatas, por el aluminio. Ante los letales ataques de la aviación argentina, profesional y competente, con su binomio de avión "Super Etendard" y missil anti-buque "Exocet", los buques británicos ardían como teas. También algunos hundimientos fueron conseguido con bombas de gravedad o de caída libre si bien muchas, un porcentaje superior al normal, fallaron y no explotaron; eran de fabricación española, de Vitoria con, al parecer, espoletas defectuosas. Luego, en los buques de construcción posterior se regresó al "todo acero", tanto para el casco (que aunque no sean "acorazados" algo de blindaje aporta el acero especial militar frente al acero naval normal) y que no lo había dejado de ser, como para las superestructuras y mamparos y divisiones interiores.
El aluminio e incluso el plástico o materiales "composite", se utilizan en barcos ligeros como, por ej., los nuevos "LCS" (Littoral Combat Ships) o los nuevos "cutters" de la "US Coast Guard".
Una comprobación vital fue la superioridad de las tropas profesionales inglesas como los ghurkas y fuerzas especiales (SAS o Special Air Service y tambien Special Boat Service), paracaidistas y commandos, relativamente bien equipadas y con los carros ligeros de la caballería, como los "Scorpion"; artillería, helicópteros, etc., frente a los reclutas argentinos, mal equipados y dirigidos por oficiales inexperimentados.
Ahora, en un documental de la BBC y basado sobre todo en los fallos de coordinación, órdenes y contraórdenes y órdenes contradictorias que llevaron a la pérdida del barco de desembarco "Sir Galahad", con varias decenas de sus "Guardias Galeses" muertos quemados y que no llegaron a desembarcar, parece que el mando inglés fue una casa de putas. Pero puesto que el resultado de la guerra fue que los británicos arrasaron a los pobres argentinos, no quiero ni pensar lo que debía ser el mando argentino...
Coronel Von Rohaut
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