Bomberos, parientes de las víctimas, vecinos de la zona siniestrada, todos coinciden en que hubo fallos o falta de reflejos o de decisiones acertadas en la concatenación de hechos que llevaron al trágico accidente del incendio forestal, una vez éste declarado.
Y que por parte de las autoridades hubo oídos sordos a todos los avisos anteriores que prevenían de la posibilidad que ocurriera lo que ocurrió. No hicieron caso a las alertas señaladas en fechas anteriores (ellos saben más que nadie) y luego ocurrió lo que ocurrió y no estaban preparados.
Como ahora en que la sociedad civil (Universidades, Cámara de Comercio, RACC, etc.) pide una moratoria en la aplicación de las limitaciones variables de velocidad en los accesos y alrededores de Barcelona y las autoridades, las mismas, con su soberbia y prepotencia habitual, dicen que seguirán, impasible el ademán, con el calendario previsto, por más que les digan que no están comprobadas las bondades del sistema.
¿ Y a ellos qué... ?
Coronel Von Rohaut
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