Como continuación del anterior "post", reseño que ayer fue escuchado, ante el Pleno de la Cámara Catalana y por deferencia a su relevancia, el lingüista y último "Premi d'Honor de les Lletres Catalanes", Joan Solà.
En su vibrante y sentido llamamiento a los políticos y legisladores catalanes les urgió a defender el catalán "para que deje de ser una lengua degradada, subordinada políticamente, incansablemente y de mil maneras atacada por los poderes mediáticos, visceralmente rechazada por los demás pueblos de España". (*)
Y los representantes del pueblo, puestos en pié, le aplaudieron. Excepto los del PP y los de Ciudadanos que, estos últimos, ni asistieron al acto en señal de desprecio. Conclusión fácil, por obvia, si bien totalmente cierta: esta gente ni siquiera son catalanes ni quieren serlo; tan solo hijos de la gran puta españolista.
Coronel Von Rohaut
(*) Y quizás no se atrevió a decir que la única solución a todo lo anterior es que la lengua catalana, para su defensa, disponga de un estado propio y soberano...
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