Un artículo periodístico me hace caer en una constatación crucial y de la que yo jamás me había percatado: en ningún gobierno del izquierdista o comunista Fidel Castro, de Cuba, país donde un 10% de su población es negra y un 25% mulata, ha habido jamás ni un solo ministro que no sea blanco.
Luego, los "progres" españoles babean ante el Castro libertador. Pero si esto lo hubiera hecho un gobernante de derechas, sería criticado hasta la saciedad y tachado de racista, clasista o elitista.
Está claro: para el Fidel y sus seguidores revolucionarios, los negros solo sirven para bailar, liar cigarros puros y confeccionar "mojitos".
Coronel Von Rohaut
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