Veo, en un periódico inglés, una foto del actor Jack Nicholson, entrando o saliendo de una piscina, de perfil y luciendo un perímetro abdominal considerable (en el titular le apodan "el hombre ballena" ), igual o superior al mío propio.
Pero Nicholson, en una película bastante reciente, todavía enamora a una chica jovencísima, mientras que yo no me como un rosco...
Cuan distanciada está la ficción de la maldita cotidianidad doméstica. Claro que el Nicholson es el Nicholson y yo solo soy yo (*). Y en el personaje del film, él es un escritor famoso y rico, mientras que yo soy un "mindundi".
Cuan cruel es verse cada día, al afeitarse frente al espejo, y encarar la desnuda realidad.
¡ Dios ! Cuanta rabia que tengo....
Coronel Von Rohaut
(*) Que no es poco, si me conocieran de cerca...
Els unics "nazis" son ells, doncs volen destruïr la cultura catalana.
ResponderEliminarHablo de putas la Tacones.
Obergrefeiter por la gracia de Dios, Joseph Porta