Y ya van 40 años de este momento cumbre del movimiento "hippy", que no tuvo lugar en la soleada California de su nacimiento y desarrollo si no cerca del lluvioso Nueva York de su implantación mundial. Los tres días de drogas, sexo y rock'n roll del concierto más multitudinario que jamás se hubiera celebrado: Woodstock.
Si bien hace 40 años yo ya tenía 30, o sea que me tomó ya casado y demasiado viejo para vivirlo en persona, tanto este movimiento de liberación de las costumbres, de plena libertad sexual y de emancipación de la mujer (para lo bueno pero, ojo, también para lo malo), de critica y de puesta en entredicho de todos los valores establecidos, así como su culminación europea con la gran orgía del Mayo del 68 francés, me llamaron mucho la atención y lamenté no poderlo compartir en persona y no tan solo disfrutar de los brillantes "slogans". Porqué parecía ser una llamarada de libertad y de modernismo.
¿Pero que ha quedado de todo aquello, de aquel fogonazo, de aquel espejismo?
Pues una puta mierda y que el tiempo lo pone a todo en su sitio ...
Coronel Von Rohaut
No hay comentarios:
Publicar un comentario