miércoles, septiembre 30, 2009

El síndrome de Estocolmo

A veces lo he citado aquí mismo, referido a lo que sufren muchos catalanes, pero quizás nunca lo he explicado suficientemente bien. Doy por sentado que mis amigos son inteligentes y cultos y lo saben sobradamente, pero siempre puede darse el caso de algún despistado que esté inmerso en ciertas dudas o vacilaciones.

Para simplificar, doy la definición que facilita la Wikipedia:

"El síndrome de Estocolmo es una respuesta psicológica en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía."

Y en este "link" puede encontrarse toda la explicación:
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Estocolmo

En síntesis, estos síntomas o características de una anomalía mental que han sido ampliamente descritos por psicólogos y psiquiatras (y que es una enfermedad científicamente reconocida), representan que una persona que durante un tiempo ha sufrido un secuestro físico o dominación alienante y que por dicha causa se ha visto expuesta a un estado de sumisión, acaba por entender, aceptar acrítica y resignadamente o incluso, en muchos casos, adherirse intensa y apasionadamente, a las posiciones de su dominador.

Viene esto a cuenta porqué, una vez más y en un programa de televisión que trataba del incremento del sentimiento independentista de la población catalana frente al estado español que nos invadió militarmente en 1714, que nos bombardeó en diversas ocasiones, arrasando barrios enteros de Barcelona para extinguir conatos de sublevación, que detuvo, encarceló y fusiló a los patriotas que se oponían a la ocupación, que intentó repetidamente anular nuestro idioma propio y nuestra cultura diferenciada y tradicional lo que, en parte, ya ha conseguido, que a través de la usurpación de todos los puestos claves de la administración consiguió instaurar su sistema político, judicial y funcionarial, y que saquea impunemente nuestros recursos económicos y expolia desvergonzadamente nuestra hacienda en beneficio de terceros, una vez más, repito, sale una buena señora proclamando que ella, que es catalana y bien catalana desde varias generaciones, también se siente española y se encuentra a gusto cuando viaja por el resto de España (y no como turista, sino cómo ciudadana).

Es decir, hay catalanes de pura cepa que, después de haber estado secuestrados durante siglos por un poder extranjero, ocupante y dominador, afectados por el martilleo insistente y constante de las imposiciones del enemigo que, por perseverantes, pueden llegar a parecer lógicas o normales; y todo ello modernamente remachado por unos medios de comunicación de masas centralistas y mayormente castellanos (tanto de locución como de mentalidad), han acabado no ya por aceptar la situación sino incluso sentirse cómodos con ella.

Puro y duro Síndrome de Estocolmo; anomalía psicológica y enfermedad mental y de comportamiento.

Por lo tanto, subsecuente y congruentemente, todo catalán que, de buena fe, se siente o declara igualmente español, es que está loco de atar y debería ser internado para someterse a una cura de desintoxicación o de reacondicionamiento mental.

Y nada más adecuado y pertinente, para la salud de un pueblo, que alcanzar su independencia y soberanía plena. Es como, en una persona individual, llegar a su plenitud absoluta y alcanzar el Nirvana.

Coronel Von Rohaut

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