Cuando los grandes países, en la Asamblea General de la ONU y liderados por Obama y Medvedev, con Sarkozy y Brown, parece que están llegando a un acuerdo para reducir los arsenales nucleares, el reconocimiento por parte de Irán de una segunda y secreta instalación de enriquecimiento de uranio es, según un alto político israelí, "un escupitajo en la cara".
Mientras, gilipollas como el ZP siguen predicando el apaciguamiento y la "alianza de civilizaciones".
Pero hasta la China parece empezar a decantar su posición de apoyo incondicional y apoya las presiones contra Irán.
Como dicen los gabachos "qui vivra, verra" o, en castellano viejo, "vivir para ver"...
Coronel Von Rohaut
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