Mientras los militares británicos se revolvían, rabiosos, por la falta de equipos y materiales modernos y adaptados a las nuevas amenazas y crecían las bajas en combate en Afghanistán, el Parlamento inglés encargó a una empresa privada de seguridad que controlaran las notas de gastos y de representación de los señores diputados, para que ninguna "irregularidad" saliera a la luz pública.
Pero uno de dichos asesores privados, un antiguo componente del "SAS", el Special Air Service o fuerzas de élite británicas, al detectar muchas de dichas irregularidades, por donde se escapaban los dineros públicos, lo "chivó" al conservador y pro-militarista "Daily Telegraph" y el escándalo explotó, como es sabido de todos (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Un honorable señor diputado hasta cargaba, como gastos parlamentarios, el alquiler de cintas de vídeo "porno", para su solaz y esparcimiento. Mientras, los soldados que revienten bajo las minas y los "IED's". Y es que en todas partes cuecen habas...
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