El fúbol es un evento de tal envergadura social y antropológica que, hablar de fútbol, me niego a aceptar que sea frivolizar o tratar de una simple diversión o entretenimiento.
Ayer disfruté, por televisión, del gran partido que el FC Barcelona celebró, pasándole por encima, frente al Football Club Internazionale Milano o sea, el Inter de Milán y que hace honor a su nombre ya que en el mismo no juega ni un puto jugador italiano. Todos, absolutamente todos, son extranjeros, mientras que en el "Barça", bien del pueblo o bien de cercanías (como Fuentealbilla en Albacete o Rosario en Argentina, que ayer estaba en el banquillo) 7 u 8 "cracks" han sido formados, desde niños, en la cantera, en "La Masía", igual que sus dos entrenadores.
Pero no voy ni a explicar el desarrollo técnico del "match", ni sus "highlights" que dicen los anglosajones, ni lo que llegué a babear frente al televisor ya que esto, cualquiera que lo viera o viese, ya lo habrá interiorizado.
Voy a hablar, como siempre, de las asquerosas sensaciones que me acostumbran a causar las retransmisiones deportivas, de equipo o individuales, de catalanes a través de los medios de comunicación radicados en Madrid ( "ex, ai uix, quin fàstic..." ).
Desde días antes se hablaba de si la grada, los 90.000 y pico espectadores del partido, recibirían o no al ex barcelonista Samuel Eto'o, con un fuerte aplauso de agradecimiento por las alegrías que nos diera en el pasado. Pues bien, sí. Así fue y el aplauso, general, fue soberbio. Pero justo en el momento en que esto tenía lugar en el campo, en el instante de saltar los jugadores y sonar el himno, Televisión Española que hace unos años, por ser la única, era la mejor televisión de España, se entretenía en dar una entrevista, insulsa y anodina y que se hubiera podido dar en cualquier otro momento, de un imbécil de periodista de tercera fila al ex jugador del Barcelona (y de muchos otros ya que fue un grandioso jugador pero un autentico mercenario), Luis Figo.
Se pasaron, lo que era noticia inmediata, por el mismo forro de los cojones. Igual que pasaron olimpicamente de lo que siempre es curioso, sobre todo cuando hay morbo, que es el saludo inicial entre Guardiola y Mourinho. Mientras que hicieron numerosos barridos de cámara mostrando al público, pero en lugares donde no pasaba estrictamente nada, tampoco tuvieron a bien mostrar las imágenes del mismo Mourinho aplaudiendo al gran Iniesta cuando este, por deferencia de Guardiola para que le aplaudiera el público, le sustituía a los pocos minutos del final del partido.
También habíamos leído que en el departamento de protocolo del Barcelona tenían verdaderos problemas para ubicar, en el Palco Presidencial, la gran cantidad de personalidades que habían pedido plaza para estar en el partido. Pues bien, sí, lo habéis adivinado: Televisión Española no dio ni una, repito, ni una sola imagen, ni antes ni después ni durante el partido, del Palco y sus invitados.
En cambio hoy, cuando den la retransmisión desde el campo del Madrid, me juego dos huevos (¡hey, todos los que tengo!) que no pararemos de ver vistas del Palco con Don Florentino y todos sus VIP; pero claro, para TVE, los VIP's de Madrid lo deben de ser, mientras que los de Barcelona no deben tener mayor consideración que un pobre concejal de pueblo y las figuras mundiales que pasan por el Palco del Camp Nou, unos turistas cualquiera que pasaban por allí...
Ni tampoco dieron, faltaría más, coño, donde vas a parar... cuando Mourinho dijo que jugadores como Xavi e Iniesta solo los había en el Barcelona...
Menos mal que no hace mucho, Iker Casillas, que además de un portero sensacional es un auténtico caballero, dijo que apuntarse ahora al carro y decir que Xavi es, en su sitio, el mejor jugador de Europa, es muy fácil. Que él ya hace años que lo sabía...
¡ Me cagüen la leche...! Veis como no todos los españoles son burros; si hasta yo mismo conozco a varios que se salvan.
Coronel Von Rohaut
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