Hace muy poco resaltaba yo aquí que, en su presentación de proyecto titulado "Economía sostenible" y destinado a variar y modernizar el sistema económico español, el limitado del ZP solo había soltado cuatro lugares comunes, cuatro vaguedades y ni una sola propuesta.
Lo sostengo y lo reafirmo.
Hoy mismo, y a pesar que todas las comparaciones son odiosas, el presidente francés Nicolás Sarkozy ha comparecido ante su país para anunciar el lanzamiento de un empréstito nacional, para el que ha precisado de la autorización de su parlamento, de 35.000 millones de euros, que ha confirmado que se destinarán, mayormente, a subvencionar proyectos de Investigación y Desarrollo (I + D), así como a modernizar y buscar la excelencia en todo el sistema de enseñanza y educación francés, incluidas las Universidades, que quiere situarlas entre las primeras del mundo. (*)
¡ Bravo, Mr. Sarkozy ! Esto son propuestas tangibles para modificar y relanzar, en un futuro inmediato, el sistema productivo del país.
Y esto que Francia no había sufrido, con igual intensidad, ni la crisis económico-industrial ni el paro de la pobre España.
Quizás es cierto lo que siempre se ha dicho, que cada país tiene los gobernantes que se merece. Pero yo no quiero creer que España, país que en el fondo me cae simpático ni, mucho menos, la sojuzgada, exprimida y oprimida Catalunya, se merezcan tanta incompetencia, tanta mediocridad, tanta torpeza e ineficacia. Tanta vileza e iniquidad.
Coronel Von Rohaut
(*) Ya muy por encima de las españolas, sin comparación posible, pero por debajo de algunas anglo-sajonas y sobre todo americanas.
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