Dos de mis generales preferidos, junto con el que luego sería presidente de los Estados Unidos, el general Dwight D. Eisenhower, coincidieron en un violento hecho de "seguridad ciudadana" (*) en el año de 1932, en plena crisis económica.
Miles de veteranos de la Primera Guerra Mundial exigían el pago de unos subsidios prometidos e hicieron una marcha sobre Washington DC, invadiendo el "Mall" y la "ellipse" en el centro neurálgico de la Capital, y que el Presidente Hoover ordenó fuera rechazada.
La orden fue cumplida por el entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército, el General Douglas McArthur y las tropas de caballería que llevaron a cabo la represión eran comandadas por el entonces Mayor George S. Patton.
Y a pesar del consejo en contra del más prudente General Dwight D. Eisenhower, asistente de Mc Arthur este, con su típica indisciplina y arrogancia, se pasó por el forro las órdenes presidenciales y cruzó los limites impuestos por el Presidente Hoover, arrasando la manifestación y quemando sus campamentos, si bien sin disparar ni un solo tiro ni causar ninguna víctima mortal.
Eisenhower era un político mientras McArthur y Patton eran unos guerreros, chulos e indisciplinados, unos "espadones". Peligrosos en tiempos de paz, pero unos héroes en tiempos de guerra.
Coronel Von Rohaut
(*) De acuerdo con el Acta o Ley "Posse Comitatus", de 1835, el ejército americano solo puede intervenir en acciones de seguridad pública o de represión dentro de los Estados de la Unión, por mandato expreso del Presidente y autorización del Congreso. Precisamente desde las fechas próximas a dicha ley americana y hasta la mitad del siglo XX, en España los levantamientos militares, golpes de estado, "asonadas" y "pronunciamientos" e intervenciones del ejército se sucedieron de forma macabra y ruinosa para el país.
Ya lo dijo Fraga, "Spain is different".
Y añado yo, si, "It's a shit".
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