O imparcialidad, o rectitud, ecuanimidad, objetividad y hasta vergüenza.
Hace años (podría decir exactamente cuantos pero documentarme, a veces, me da pereza), el Pentágono abrió un concurso para la adquisición de "tankers" o aviones cisterna para repostaje en vuelo, con el fin de sustituir a los KC-135, de la era del Presidente Eisenhower.
Ganó el concurso, por mejor precio, mayores prestaciones, etc., la firma europea EADS, asociada para el caso con la americana Northrop-Grummann, con una versión de un modelo de Airbus.
La "all-american" Boeing, su competidora, impugnó el concurso y el Pentágono lo invalidó. Pasaron los años, los KC seguían envejeciendo (incluso en este mi "blog" mostré yo unas fotos con señales de oxidación en los fuselajes) y hubo que gastar dinero en su "aggiornamiento" para que siguieran aguantando.
En febrero pasado el Pentágono lanzó un nuevo concurso pero, según EADS/Northrop-Grumman, era desfachatadamente proclive hacía Boeing, a cuyo avión favorecía descaradamente, a pesar de ser inferior.
Le dijeron que si no se modificaban las cláusulas, no se presentarían. El Pentágono, claro está, no ha rectificado nada y EADS se ha retirado. Y ahora en EADS no tienen claro que, con solo los posibles pedidos europeos (Francia, Alemania, España), se pueda afrontar la construcción del aparato.
Sin siquiera lucha, Boeing se quedará con el contrato de la US Air Force. Un pastel de la friolera de 35 mil millones de dólares de nada... Y a lo mejor aún le cae algún pedido europeo, al no haber nada más.
El mundo es de los limpios de corazón. No quiero ni saber cuanto habrán ganado algunos "dignos" generales, a pesar que las comisiones y regalos estén prohibidos. Pero los "lobbystas", legales en USA, han hecho bien su trabajo.
Coronel Von Rohaut
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